Platonismo, Zoroastrismo, Gnosticismo ‖ TDLD

LA ARISOFÍA GNÓSTICA

Zarathustra, Buda, Platón, el Kristos, Henoc, Mani, Marción, Bogomilo, Prisciliano, y diferentes profetas y filósofos arios han predicado profundas reflexiones espirituales sobre la naturaleza dual del Universo y el dominio que ejercen sobre él dos fuerzas pulsantes; el Mal gobernado por el Demiurgo del universo material, y el Bien regido por el Dios de la Luz en el Cosmos espiritual. El siguiente artículo busca de manera general dar un vistazo sobre la doctrina gnóstica dualista opuesta al culto demiúrgico judeocristiano.

En principio debemos explicar que el término Lucifer no se refiere al demonio judeocristiano ni mucho menos al Satán. Como explica la Sociedad Teosófica y otras escuelas esotéricas, Lucifer, ó Ángel Metatrón, es en realidad un ser de la sabiduría, de la espiritualidad mística y dador del Conocimiento ó portador de la luz y no es un demonio malvado. Lucifer era el nombre del dios romano de la sabiduría y puede asociársele con el dios egipcio Thot, el dios nórdico Odín ó su contraparte germana Wotan, el dios griego Prometeo, y con el famoso mago egipcio Hermes Trismeguisto Thot fundador del hermetismo y de la sabiduría esotérica, el tarot y el canon hermético; el Kybalión, la Tabla Esmeralda, etc. Lucifer es, por lo tanto, el dios de la Raza Aria. El Demiurgo, por otra parte, es una deidad maligna creada por Lucifer pero que se volvió ambiciosa. Su función es ser regente del Universo Material (el Rey Brahma como lo llama el budismo) pero se pervirtió y esclavizó las almas puras en cuerpos físicos. El Demiurgo es por ende, Jehová, el dios de los judíos.

Diferentes estudiosos antropológicos creen que las religiones de tipo ario ó indoeuropeo tienen un origen común probablemente propio de pueblos protoarios y arios primitivos como los de Hallstat, La Tene (en Europa), Mojenjo Daro (Indostán), así como tocarios, cimerios, etruscos, dorios, minoicos y otros pueblos arios muy antiguos. Hay grandes similitudes entre religiones como el hinduismo y sus derivados; el budismo, el jainismo y el sikhismo en India, el zoroastrismo y el mitraísmo persas, el druidismo celta, el platonismo y la filosofía griega luego asumida por romanos, y el paganismo nórdico germano y egipcio.

Por ejemplo, casi todas creían en un panteón de dioses con dos orígenes; un origen telúrico de dioses primitivos toscos y rudimentarios (los titanes griegos, los formorianos celtas, los gigantes de hielo nórdicos, los asuras hindúes, etc.) que fueron erradicados por una raza más sublime de dioses elevados y más evolucionados (los dioses olímpicos griegos, los tuatha de Daanan celtas, los asgard nórdicos, los devas hindúes). Las connotaciones esotéricas de esta lucha son muy profundas para ahondar en ellas de momento. Otra similitud entre religiones arias es la creencia en la reencarnación. Los druidas predicaban la reencarnación y era parte fundamental de las creencias celtas , algo que esta plenamente registrado por Julio César y otros cronistas romanos de la época. Bien es sabido que la reencarnación es una creencia central de las religiones indias; hinduismo, budismo, jainismo y sikhismo. Los griegos y romanos también creían en la reencarnación, en especial Platón y su doctrina el platonismo, aunque dicha creencia persistía más entre las capas elevadas de la sociedad que entre las masas populares y en épocas tardías se limitó a sectas esotéricas cerradas de la sociedad griega y romana como el orfeísmo y el mitraísmo. Tampoco es de extrañar que herejías gnósticas derivadas del zoroastrismo como el catarismo, creyeran en la reencarnación.

Otra creencia común a todos los arios era la creencia en la división de la sociedad en castas. Celtas, nórdicos e hindúes tenían castas dentro de sus sociedades, así como Platón predicó la división de la sociedad en castas en La República. Los paralelismos son grandes porque cada religión aria tiene una trinidad; Osiris, Isis y Horus en la religión egipcia (los egipcios, como los sumerios y los hititas eran arios, a pesar de que en épocas de decadencia se mezclaran con negros sudaneses lo que provocó el colapso de la gloriosa civilización egipcia antigua, y que sucesivas invasiones islámicas los hicieran ser hoy étnicamente árabes); los nórdicos tenían su tríada en Odín, Freya y Thor, los hindúes con Vishnu, Brahma y Shiva, etc. No es inusual que el emperador romano Constantino declarara la doctrina de la Trinidad como la oficial del cristianismo ya que era una doctrina que buscaba pobremente arianizar al cristianismo.

Otra similitud de las religiones arias es el asignar a una deidad ser el receptáculo del Mal y la Oscuridad. Una fuerza malévola que genera el caos, la corrupción y la maldad en el universo y que es una deidad muy poderosa y antigua. Los nórdicos lo llamaban Loki, un dios que no era ni un Asgard ni un Vanir (los dos linajes de dioses principales) sino más antiguo casi proveniente del tiempo primordial en que el Universo era una masa informe de frío y calor convexos. Loki, mediante su hijo el monstruoso lobo Fenrir mata a Odín al fin de los tiempos. Entre los egipcios el nombre del dios del mal es Set, deidad que mata al rey Osiris, rey de los dioses egipcios, pero la esposa de Osiris, Isis, con ayuda del dios de la sabiduría, Thot, lo reviven para que engendre a su hijo Horus, quien se venga matando a Set. De forma similar Zeuz, rey de los dioses griegos, fue salvado por su madre de ser devorado por su padre, el malvado titán Cronos, y luego Zeuz lo mata y libera a sus hermanos previamente asesinados.

¿Quién es esta deidad malévola que mencionan todos los pueblos arios? Se cree que la creencia en Satán la adquirieron los judíos tras su cautiverio en Egipto extrayéndola del dios Set. El nombre latino de Cronos es Saturno y su día es el sábado, mismo día que es sagrado para los judíos, el Sabbath, el día de adorar al dios judío. Por lo tanto, Set, Saturno, Cronos y el Demiurgo Jehová son la misma entidad. Satán no es más que el mismo dios judío pero con diferente nombre. "Ustedes adoran al Diablo” dijo Jesús a los judíos en el templo.

Debido a que los seguidores del Demiurgo pierden su alma y son incapaces de reencarnar, sus religiones no creen en la reencarnación. Es más, el judaísmo en realidad no tiene ninguna creencia sobre la vida después de la muerte. Los judíos no creen ni en el cielo, ni en el infierno, ni en ningún limbo tras la muerte. Ellos mismos saben que al morir desaparecen del todo.

EL DEMIURGO EN LA DOCTRINA DE PLATÓN

El término Demiurgo fue acuñado por el filósofo y ocultista griego Platón para describir al creador del Universo material. Recordemos que Platón no era un filósofo ordinario, sino un profeta místico y espiritual. En las universidades modernas rara vez se enseña que Platón, por ejemplo, creía en la reencarnación y que creía en una sociedad dividida en castas, donde los filósofos ó sabios (es decir, los líderes espirituales), gobernaran, seguidos de los guerreros, mercaderes y esclavos (la doctrina platónica en este sentido se asemeja mucho al sistema de castas predicado por el hinduismo, una religión aria). El platonismo, además, predicaba que existía el mundo de las ideas, un plano espiritual superior y místico del cual provenía la verdadera esencia de las cosas, siendo el plano material una grotesca parodia del espiritual.

No es raro entonces las destacadas figuras espirituales que pertenecieron al platonismo y al neoplatonismo, siendo una de las más destacadas la filósofa neoplátonica romana Hypatia de Alejandría, una excepcional mujer científica, matemática, filósofa y política, que asesoraba a altos políticos de todo el Imperio Romano del siglo IV, considerada además la mujer más hermosa de su época, quien se preservaba célibe. Inventora de un muy sofisticado medidor de agua, era maestra de filosofía siendo receptora de la corona de laureles de la Academia Platónica de Atenas, el mayor galardón que podía recibir un filósofo, y devota practicante pagana en una época en que el cristianismo comenzaba a florecer. Hypatia fue finalmente desnudada, humillada, arrastrada por las calles de Alejandría, violada, despellejada viva y luego quemada aún con vida por una hueste de cristianos fanáticos al mando del obispo de Alejandría, San Cirilo que luego fuera canonizado como santo. El Demiurgo actuó a través de sus seguidores para acallar una de sus voces enemigas.

LA GNOSIS

Sin embargo, Platón no fue el primer gran sabio en predicar esta doctrina dualista. Aunque resulta difícil (como veremos luego) determinar el origen, lo cierto es que uno de los primeros sabios arios en predicar el dualismo fue Zarathustra, conocido en griego como Zoroastro, hace 10.000 años. Zarathustra fundó una religión dualista en la antigua Persia que según sus propias palabras, era la religión de la Raza Aria y debía ser sólo predicada ante los arios. Zarathustra habla de un universo regido por dos dioses, Ahura Mazda, también llamado Ormuzd, dios del bien, de la luz y el espíritu, y Ahrimán, también llamado Agra Maynu, dios del mal, de la oscuridad y de la materia, que se enfrentan en una guerra cósmica eterna. El zoroastriano por ende debe alejarse de todo lo que se asocie con el mal y las huestes de demonios (Daevas) al servicio de Ahrimán; la muerte, la podredumbre, la sodomía, la prostitución, la usura, la avaricia, etc. Zoroastro también menciona que los humanos adoradores de Ahrimán son seres malvados y sucios que realizan un pacto en él, y los define como turanios; una serie de razas mestizas que habitaban Turán, territorio hoy habitado por pueblos turcos que no tienen relación directa con los antiguos turanios.

El zoroastrismo pronto se extendió por todo el Irán y se volvió la religión oficial del Imperio Persa y sus derivados siendo alguna vez una de las religiones más poderosas y extendidas del mundo. Las guerras entre iranios y turanios eran comunes, y motivadas principalmente por motivos religiosos. Iranios y turanios eran enemigos mortales como lo narran las crónicas zoroástricas en sus libros canónicos como el Zendavesta y las Gathas, y dicha enemistad era en gran parte motivada porque ambos pueblos tenían pacto con dioses enemigos. Los turanios, como seguidores del Demiurgo, serían algo similar en aquella época a los seguidores del Demiurgo moderno; los judíos. No es de extrañar que Friedrich Niezstche, gran filósofo ario y antisemita que buscaba la superación de la raza aria mediante la creación del superhombre, escribiera un libro dedicado a Zarathustra.

Tampoco es inusual que Zoroastro naciera en Persia, ó Irán. Irán significa "Tierra de Arios” (de Ir ó Aryr y la terminación Án que en esa zona se usa como sinónimo de "tierra”). El término "ario” significa "señor” en sánscrito y fue asignado por los conquistadores blancos de la India ó Indostán a sí mismos, para diferenciarse de los nativos drávidos de origen negro. Similares casos se ven en Irlanda (que también significa "tierra de arios ó Eire-Land” e Inglaterra ("Tierra de Ángeles”).

Los modernos Yezidis, un grupo religioso autóctono de los arios kurdos, todavía preserva sus creencias de fuerte influencia mitraica y zoroástrica. Los yezidis no son más de 200.000 personas, cuyo culto al toro y al gallo recuerda la religión de Mitra, y que creen en un dios de Luz que en principio se enojó con Lucifer (llamado Melek Tawz) por haberle entregado el conocimiento a los hombres pero que luego perdonó y volvió a nombrar jefe de los ángeles (de forma similar a como Hércules libera a Prometeo, ya que Hércules representa al iniciado que debe pasar muchas pruebas para ser admitido en el Olimpo-Nirvana, y una de ellas es liberar a Prometeo, el dios de la sabiduría ó Lucifer). Los yezidis han sido tachados de satanistas por su culto a Lucifer cuando en realidad son una de las pocas religiones arias que permanecen casi intactas.

Los zoroastrianos, que actualmente son unos tres millones, casi desaparecieron de Irán cuando el Islam árabe lo conquistó, y hoy sólo quedan 10.000 en tierras iranias, frecuentemente asediados por la persecución religiosa. La mayor comunidad de estos emigró desde la Edad Media a India, donde se les conoce como parsis y aún hoy los parsis de India son la comunidad más grande de zoroastrianos del mundo.

La doctrina zoroástrica influenciaría fuertemente ciertas herejías esotéricas dualistas surgidas en épocas medievales como veremos más adelante, que enfurecieron a la Iglesia Católica al servicio del Demiurgo.