La figura del judío Sigmund Freud es, sin duda,
una de las más oscuras de la historia humana reciente, y de las que ha tenido
uno de los más negativos impactos en la sociedad. Su enseñanza es la
quintaesencia del Kali Yuga y la máxime expresión de los principios
anti-tradicionales y contrainiciáticos. Pero, esta enfermedad, este cáncer
social que hoy llamamos freudianismo, no surgió de manera accidental, sino que
responde a una conspiración gestada dentro del siniestro sanedrín.
Empecemos por el hecho de que Sigmund Freud no
era un judío ordinario, sino perteneciente a la rama de los sabateos,
una secta judía cabalista del siglo XVII fundada por el autoproclamado mesías Shabtai Tzví, rabino cabalista turco que se
convirtió al Islam cobardemente para evitar la ejecución de las autoridades
otomanas. Fue reconocido como mesías por un tercio de la población judía de la
diáspora que pasaron a conocerse como sabateos, y que aceptaron, como su líder,
convertirse falsamente al Islam o al cristianismo siendo conocidos como
criptojudíos, marranos, donmeh (en el mundo musulmán), etc.
Los sabateos eran famosos por sus prácticas obscenas
y su dedicación a todo lo antinatural; orgías, pedofilia, zoofilia, homosexualismo,
incesto. Prácticas que vemos reflejadas en todas partes dentro de la doctrina
freudiana y psicoanalítica, siendo el incestuoso Complejo de Edipo, el más
famoso ejemplo.
Según Henry Markow los Illuminati eran la continuación de esta secta. La
Orden Illuminati fundada por el judío Adam Weishaupt en Alemania pronto se
extendió por todo el mundo con la finalidad clara de destruir la Iglesia
Cristiana y todas las religiones, derrocar las monarquías y establecer un Nuevo
Orden Mundial socialista y ateo. Asegura Markow que Freud era Illuminati y
miembro de la Masonería, y que recibió patrocinio económico y logístico de la
Logia B’nai B’rith, la Masonería Hebrea exclusivamente judía y que controla a
las demás logias masónicas así como a las Naciones Unidas,
para impulsar la abominación que creo: el psicoanálisis.
La adhesión de Freud
a la masonería es bien constatada incluso por las fuentes del Sistema mismo,
es decir, es algo que los mismos masones admiten. Pero hay más, incluso si
dudáramos de que hubo una conspiración deliberada para promover el freudianismo
como un arma que destruyera el espíritu y los valore tradicionales
occidentales, europeos y blancos, nos dice el reconocido psicólogo Kevin B.
MacDonald: Las especulaciones de Freud tenían claramente un programa.
Más que proporcionar especulaciones que reafirmaran las bases morales e
intelectuales de la cultura de su tiempo, sus especulaciones eran una parte
integral de su guerra contra la cultura gentil, hasta el punto de que consideraba
Tótem y Tabú como una victoria sobre Roma y la Iglesia Católica...
Pero, el odio que sentía Freud hacia la moralidad blanca europea y su
deseo obsesivo de promover el incesto y la depravación sexual no eran
exclusivos de él, al contrario, es una característica inherente a buena parte
de la comunidad judía. Ya desde la Edad Media las autoridades señalaban que los
judíos eran famosos por practicar el incesto y la prostitución de sus mujeres.
Así, Freud es directamente corresponsable junto a otros como Alfred
Kinsey, Magnus Hirschfeld
y la Escuela de Frankfurt, de la llamada "revolución sexual”, la moderna
promiscuidad itinerante y destape del homosexualismo militante, con lo cual
estaba obsesionado, pues lo veía como una cruzada personal contra la Iglesia.
La moralidad sexual -tal como
la sociedad, en su forma más extrema, la define- me parece muy despreciable. Yo
propongo una vida sexual incomparablemente más libre
Aníbal... había sido el héroe
favorito de mis días escolares... Empecé a comprender por primera vez lo que
era pertenecer a una raza ajena... la figura del general semítico llegó al más
alto nivel en mi estima. Para mi mentalidad juvenil, Aníbal y Roma simbolizaban
el conflicto entre la tenacidad del judaísmo y la organización de la Iglesia
Católica.
Por supuesto que el marxismo ha sido otra de las fuerzas diabólicas más
denotadas en la destrucción del hombre blanco y su cultura. Pero, mientras el
marxismo político está prácticamente desaparecido, el marxismo cultural se
aplica en casi todo el mundo e, irónicamente, especialmente en el Occidente
donde el marxismo político fue más perseguido.
El Dr. Kevin B. MacDonald afirma: El porque que miembros de la comunidad judía, que durante siglos
demostró su determinación para preservar su distintivo, han sido tan
demostrablemente activos en prevenir la preservación de la nación en que se
encuentran, es una pregunta interesante... Mucho del esfuerzo se hizo más o
menos clandestinamente para no inflamar el sentimiento anti-judío.
MacDonald no es lo que el Sistema
peyorativamente llamaría un "extremista neonazi” o algo así, sino un reconocido
psicólogo y profesor de la Universidad Estatal de California. Si bien ha sido ampliamente
difamado por su postura hacia los judíos, hasta la fecha no han logrado
acallarlo. El caso es que según los estudios de MacDonald, los judíos
deliberadamente fomentan la emigración extranjera en el país en que se
encuentran donde no son mayoría, al tiempo que hipócritamente mantienen su
propia unidad racial y étnica. Israel tiene las más duras leyes migratorias del
mundo,
abiertamente xenofóbicas y rígidas contra la inmigración al tiempo que condenan
cualquier país o político que busque aplicar normativas similares y, cuando
están en cargos políticos y de poder, promueven la inmigración masiva y el
mestizaje.
Esta mezcla racial y la
consecuente pérdida de la identidad nacional son cruciales para los planes
sionistas y evita el surgimiento del nacionalismo que siempre les es hostil.
Incluso ha sido uno de los puntos de unión entre grupos aparentemente
antagónicos como los nacionalistas blancos, negros y amerindios. Todos estos
grupos están a favor del separatismo racial y de evitar el mestizaje y ven en el
judío al enemigo común, lo que ha llevado a trabajos de colaboración entre ellos
como el Partido Nazi Americano con la Nación del Islam o Visión Blanca mexicana
con Identidad Amerindia. Podría parecer contradictorio que estas organizaciones
colaboren entre sí, pero en realidad para el judío los gentiles de todas las
demás razas, son seres inferiores cuyo único destino es ser sus esclavos o
sacrificados en ritos satánicos.
El profesor ruso-americano Yuri Slezkine, historiador de la Universidad
de California llama a los judíos, armenios, gitanos, chinos y otros grupos
étnicos diaspóricos como "pueblos mercurianos”, pues al carecer de tierras se
centran en el comercio y se dedican a intercambiar bienes, servicios y
mercancías con los grupos étnicos propietarios de la tierra con los cuales
conviven, que por lo general se dedican a labores productivas. Asegura que en
casi todos los casos, salvo los gitanos, esto los has hecho prosperar
económicamente al tiempo que les gana la hostilidad del pueblo anfitrión.
Sin embargo por toda acción hay una reacción y el opuesto completo al
freudianismo y a su psicoanálisis es el jungianismo y su psicología analítica. Jung,
aunque originalmente discípulo de Freud, luego se distanciaría de él
denunciando casualmente sus obsesiones judías. La psicología jungiana toma como
base el psicoanálisis pero lo depura de las peores perversiones y degradaciones
sexuales que postula salvando así conceptos efectivamente esotéricos que pueden
verse reflejados en el psicoanálisis. Pero Jung plantearía una serie de ideas
con influencia gnóstica y rosacruz y alienadas con su espíritu germánico que
acercarían los conceptos psicoanalíticos al esoterismo gnóstico occidental y al
budismo. Además su teoría del Inconsciente Colectivo también es un duro golpe
al universalismo marxista cultural pues nos enseña que cada raza, cada pueblo y
cultura, tiene un pensamiento inconsciente, una sería de símbolos y mitos
propios, y que cada persona tendrá una predisposición inconsciente a actuar de
determinada manera según la raza a la que pertenezca, pues el Inconsciente
Colectivo se lleva en la sangre.
El marxismo tiene su contraparte en el nacionalsocialismo y las filosofías
aliadas a éste. Pensamiento hoy prohibido y perseguido por la Sinarquía mundial
pero que poco a poco resurge como un fénix y que le corresponderá a la actual
humanidad atestiguar su crecimiento y resurgimiento aún más glorioso e
influyente que la última vez.
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