EL ENIGMATICO "SIR" J. RETCLIFFE
Antes de la existencia de Los Protocolos de
los Sabios de Sión, antes de que Achad Ginsberg publicara sus proyectos
en Rusia, antes del famoso Congreso de Basilea de 1897 y antes aún de
que el fundador del Sionismo, Theodor Herzl, perfilara definitivamente
sus postulados fundamentales para la posteridad del judaísmo mundial,
existió en Europa un extraño libro titulado "Biarritz", cuyo autor
firmaba como un tal Sir John Retcliffe, y a cuya autoría se atribuye
además una gran cantidad de otros libros, como "Sebastopol", "Puebla",
"Nena Sahib" y muchos otros que casi se han hecho desaparecer de la
circulación literaria.
Con el tiempo, se ha sabido que, tras el
pseudónimo de Retcliffe, se encontraba el nombre real de Hermann
Goedsche, un dedicado y prolífero escritor de origen alemán fallecido en
1878, o sea, veinte años antes del Congreso de Basilea y de la
fundación del Sionismo político. Aparentemente, los conocimientos de
este "Sir" de origen germano provendrían del período en que prestó
funciones de espionaje a la policía secreta prusiana, siendo
inicialmente un empleado postal. Se le encargó especial vigilancia de
algunas autoridades políticas, como el jefe demócrata Benedict Waldeck,
en 1849, poniéndose así al tanto de delicadas situaciones con respecto a
la comunidad judía europea, que intentó denunciar más tarde. Esta
situación es algo que hemos vuelto a ver en Adolf Hitler, cuando confesó
haber despertado su preocupación hacia la presencia del judaísmo en
Alemania luego de todos los asuntos de los que fue testigo trabajando
para la inteligencia militar.
Quienes han tenido la suerte de acceder a su
obra la describen como una prosa enigmática y talentosa, cubierta por
un constante aire de misterio en donde no se sabe si el autor está
describiendo una fantasía literaria o bien hechos reales. De hecho, ni
siquiera él se tomaba el trabajo de informar si sus obras eran de
carácter absolutamente ficticio o bien estaban inspiradas en hechos
reales. Es, precisamente, un enigma similar al de la confusión entre los
límites de lo fantástico y de lo documental en la obra de Retcliffe lo
que ha hecho de "Biarritz" una obra especialmente interesante y
criticada, pues en uno de sus capítulos, titulado "El Cementerio Judío
de Praga y el Concilio de los Representantes de las Doce Tribus de
Israel", está descrita con detalles sorprendentes una extraña reunión de
judíos en los años previos a la fundación del Sionismo, llamada
"Sanhedrín Cabalístico", y que sería el quinto de estos encuentros
realizados sólo una vez cada siglo.
Por sobre todo, no podríamos dejar de pensar
que hay una escalofriante verdad escondida tras los párrafos de
"Biarritz" por los increíbles anuncios que se permite formular
Retcliffe, como la posibilidad de emprender una guerra a escala mundial
contra una nación (concepto hasta entonces desconocido e imposible) y
los mecanismos de endeudamiento internacional que han destruido la
economía de los actuales países tercermundistas, especialmente cuando se
refiere a que parte importante de este endeudamiento SE DEBE A LA
CANTIDAD DE DINERO RETENIDA POR LAS GRANDES COMPAÑIAS JUDIAS, sacándolo
de circulación y operatividad. Esto lo hemos visto en la Caída de la
Bolsa de 1929 y, un siglo y medio después de publicado el "Biarritz",
como parte de los desastrosos resultados de la famosa "Escuela de
Chicago", los "Chicago Boys" del economista judío Milton Friedman. Lo mismo sería señalado en Los Protocolos de los Sabios de Sión, en el Protocolo XX:
"Todas las crisis económicas
que con tanta astucia hemos organizado en los países de los gentiles
fueron ocasionadas retirando dinero del que está en circulación... el
Estado se vio en la necesidad de recurrir al exterior o a los bancos..."
Con ello se explica que los países del
Tercer Mundo se hayan endeudado en cifras estratosféricas, algunas
mayores que lo que el propio país ha producido como nación activa en
toda su vida. Es una de las estrategias más formidables del judaísmo en
cuanto a eficacia y éxito. Aunque generales, tan visionarios resultan
estos anuncios que sólo Los Protocolos podrían compararse en acierto.
Sin embargo, faltaban casi 40 años para que éstos fuera conocidos
públicamente, hecho acontecido después de la propia muerte de Retcliffe.
¿De dónde sacó esta información? ¿Cuáles fueron sus fuentes? ¿Es sólo
una increíble coincidencia literaria? ¿Estaba conciente Retcliffe de lo
que estaba escribiendo o sólo era una calumnia antijudía?... En la
reunión Sanhedrín del "Biarritz" hay además, constantes alusiones a "Los
Sabios". ¿Se refería a los 300 Sabios de Sión? ¿Conocía el autor la
"leyenda" de estos Ancianos Judíos?... Y, si así era ¿Cómo sabía de su
existencia, que hasta ese momento era el secreto mejor guardado de la
judería?.
Muchos antijudíos de Europa advirtieron la
intrigante precisión de la descripción hecha por Retcliffe y publicaron
folletos y panfletos en los que se extractaba toda la parte del
"Biarritz" dedicada al relato de lo ocurrido en el Quinto Sanhedrín. La
primera de estas publicaciones fue hecha en San Petersburgo en 1872, con
el título "En el Cementerio Judío de la Praga Checa". Otras se
realizaron en Moscú, en 1876, en Praga, en 1880, y en Francia por el
escritor Gougenot des Mousseaux, en su libro "Le Juif, le juda-sme et la
juda-sation des peuples chrétiens" editado en París, 1869. Más tarde,
el Abate Chabauty, de San Andrés en Mirebeau, en Poitou, publicó en 1881
un texto de 600 páginas titulado "Les Francs-Masons et les Juifs", en
que denunciaba la conspiración del judaísmo y la masonería aludiendo al
contenido de lo expuesto por Retcliffe y asociándola, por su concepción
religiosa, a la presencia implícita de Satanás y del Anticristo.
¿QUE SON LOS SANHEDRIN CABALISTICOS?
Las reuniones del Sanhedrín son conocidas
por sólo unos pocos. En realidad por casi nadie, salvo las más altas
dirigencias judías del mundo y sus representantes, pues los judíos
comunes y corrientes -al igual que nosotros, los no judíos- ni siquiera
llegan a saber dónde y cuándo se realizan precisamente. Lo único que se
conoce con seguridad, sin embargo, es que serían llevadas a efecto cada
90 años, a partir de 1491, pues esto cumple con una relación matemática y
cronológica que busca, por cálculos de numerología, hacer coincidir la
suma de los números de cada año de realización de un Sanhedrín con el
número cabalístico "6", que es una cifra sagrada en la religiosidad
judía.
Así, el Primer Sanhedrín habrá tenido lugar
en 1491, quizás como consecuencia natural de los importantes sucesos
históricos en que se vería involucrada la judería de España e Inglaterra
por entonces, y porque 1+4+9+1= 15, y 15 descompuesto en 1+5= 6. No es
coincidencia que en aquel año haya sido planificada definitivamente la
expedición del marinero judío Cristóbal Colón y sus congéneres, que
financiaron la empresa llamada "Conquista de América", a partir del año
siguiente. El Segundo Sanhedrín tuvo lugar en 1581, porque 1+5+8+1= 15, y
1+5= 6, donde muy probablemente se planificaron sucesos siguientes como
el conflicto Anglo-Español y la ascención de los mandatarios con
políticas pro-judías a los tronos de Europa.
El Tercero se realizó en 1671, con la
posible planeación de las alianzas europeas y la destrucción de las
aristocracias, a juzgar por los hechos acontecidos inmediatamente
después de su celebración. Siguiendo la lógica, el Cuarto Sanhedrín
debió tener lugar en el año de 1761. Es aquí de donde nos llega la
primera presunta referencia de alguna frase siquiera dicha durante la
ceremonia, y viene de las propias palabras escritas de Retcliffe, según
las cuales Isaak Beilhacke, como representante de la tribu perdida de
Rubén, habría declarado:
"La francmasonería es el instrumento de
poder al servicio del judaísmo, para lograr sus aspiraciones de dominio
político universal" .
Podemos presumir que fue en ese encuentro
que se proyectaron acontecimientos posteriores como el surgimiento de
los filósofos judaicos de Europa, la gran caída de las coronas y,
justamente, la preparación de los cuadros de acción de la Masonería y
los Enciclopedistas para la posterior Revolución Francesa, que acabó por
destruir definitivamente las monarquías en beneficio del judaísmo menos
de treinta años después.
Pero la mayor sopresa la da Retcliffe al
dramatizar en "Biarritz" una siniestra ceremonia nocturna del realizada
en el cementerio judío de Praga, sobre la tumba del maestro Simeon ben
Jehuda. Allí, en esa necrópolis, se encuentra también la tumba del rabí
Judah Löw, el famoso cabalista judío que en el siglo XVI logró crear un
monstruoso ser llamado "Gólem" (descrito además en la obra de Gustav
Myrick: "El Gólem"), que protegía las calles de la ciudad hasta que,
según la leyenda, un día enloqueció. Contrariamente a lo que se dice,
los ejércitos del Tercer Reich no destruyeron las tumbas de los
cementerios judíos de los países ocupados y las sepulturas de Ben Jehuda
y Löw aún pueden ser admiradas en Praga, permaneciendo como atracción
turística. Los visitantes judíos continúan venerándolas con su estilo de
culto mortuorio, dejando pequeñas piedrecitas sobre la misma.
Es precisamente esta reunión nocturna sobre
la sepultura de Ben Jehuda, la que Retcliffe describe como el Quinto
Sanhedrín, de 1851. Podemos suponer lo que de él salió planificado
revisando la posterior historia: las guerra civil "abolicionista" de
Norteamérica, los intentos de acercamiento de la judería a Napoleón III,
la fundación de la Alianza Israelita Universal en Europa, la promoción
del flamante movimiento marxista y la creación del Sionismo político. Y
aunque la intención de Retcliffe era, aparentemente, la de escribir una
novela y no un artículo real, sorprende el grado de nitidez con los que
describe algunos de los hechos. En las líneas dedicadas a esta reunión
pasa revista a importantes empresas de Europa, que existían realmente,
describiendo los dineros que éstas han acumulado en cantidades
estratosféricas para la época. Inquieta además el que Retcliffe incluya
en la reunión a representates de todas las 12 tribus judías, pasando por
alto el supuesto de que casi todas ellas pertenecen a las llamadas
"tribus perdidas" y dándoles un protagonismo importante en la reunión.
Otro hecho extraño es el que los representates de las doce tribus o "shebets" ,
del Sanhedrín descrito por Retcliffe, se reunan en torno a la presencia
de un misterioso individuo; un personaje que parece estar
jerárquicamente sobre los demás y cuya indentidad no nos es revelada por
el autor, refiriéndose a él simplemente como el Director de la
reunión, al parecer, un "innombrable". Algunos asocian este personaje a
algún altísimo dirigente de la judería, probablemente un asesor directo
de los Sabios de Sión, o bien puede que sea hasta alguno de ellos.
Otros piensan que se trata de una alegorización del Diablo en persona.
EL RELATO DEL "BIARRITZ"
Presentaremos a continuación algunos
extractos de los pasajes de "Biarritz" para que los juzgue usted mismo.
Esta será una de las pocas veces que usted, estimado lector, podrá leer
parte del cuento nocturno de este "Sir" alemán, ya que incluso las más
amplias críticas contra la obra se cuidan de no reproducir sus párrafos
dada la elocuencia y la importancia de los allí descrito. Recuerde que
se trata de un documento que pácticamente ha sido hecho desaparecer, de
modo que son muy pocas las fuentes ya en donde es posible obtenerlo,
aunque sea en parte.
Retcliffe empieza describiendo del siguiente modo el Quinto Sanhedrín:
"Cuando el último sonido de la campana
que anuncia la medianoche en Praga se hubo perdido, en el cementerio
judío, junto a la tumba del Gran Maestro de la Cábala, Simeon Ben
Jehuda, se encendió una luz débil, iluminando a 13 extrañas figuras
vestidas de blanco, con las túnicas rituales (de los levitas). Una voz
ronca, como salida del féretro, se dirigió a los congregados: Os saludo a
vosotros los elegidos, los representantes de las Doce Tribus de
Israel".
Y continuó:
"¿Estáis preparados para cumplir la promisión en los cien años venideros?".
La respuesta fue:
"Sí, estamos".
"Decidme, entonces, lo que cada uno uno de vosotros representáis".
Por orden, fueron hablando:
"Shebet Judá, de Amsterdam; Shebet
Benjamín, de Toledo; Shebet Levi, de Worms; Shebet Mannasse, de
Budapest; Shebet Gad, de Cracovia, Shebet Asser, de Londres; Shebet
Issachar, de New York; Shebet Náftali, de Praga; Shebet Simeón, de Roma;
Shebet Sebulón, de Lisboa; Shebet Rubén, de París; Shebet Dan, de
Constantinopla".
El Director , o Contralor, se
sienta en la piedra de la tumba, mientras los doce representantes se le
acercan para pronunciar en voz baja, junto a su oído, la palabra
secreta, compuesta de siete sílabas, que les ha servido para entrar en
el cementerio.
El primero en tomar la palabra es el representante de la tribu de Levi:
"Nuestros padres construyeron la unión
que cada cien años, en el año consagrado a Jahvé, reúne a los elegidos
junto a la tumba del Gran Maestro de la Cábala. Su doctrina asegura a
los elegidos el dominio de la tierra, el poder sobre todas las
generaciones del semen de Ismael, el Expulsado. Desde hace más de mil
ochocientos años sostiene el pueblo de Israel su lucha por el reino
prometido a Abraham, bajo presión, muerte y persecuciones de toda clase.
Israel nunca ha renunciado a sus propósitos ni a su lucha. Como el
pueblo de Abraham fue dispersado por el mundo, toda la tierra será suya.
Los sabios de nuestro pueblo están dirigiendo la guerra desde siglos.
Israel renace de sus caídas y ya el poder que ejerce y controla es
enorme sobre los pueblos y los tronos, abierta o secretamente. Porque el
Dios de la tierra es el nuestro. Cuando todo el oro se encuentre en
nuestras manos, el poderío estará también. El oro es la nueva Jerusalén,
el poder, la venganza, la satisfacción, todo lo que los hombres temen y
desean. Por quinta vez se reúnen en este lugar los Sabios del Círculo
Secreto, para establecer nuestros planes y estrategias. Desde hace
quinientos años, cada nuevo Sanhedrín ha registrado nuestras victorias.
No obstante, ningún siglo ha podido satisfacernos tanto por sus éxitos
como el pasado, porque la masonería, una pequeña pero bien elegida tropa
de héroes, ha conquistado todas las posiciones de la vida política,
económica y cultural necesarias para llevarnos en ímpetu irresistible al
poder. Por esto sabemos ya que el momento del dominio y de la promesa
se hallan cerca como para decir: ¡Nuestro es el porvenir!. Los tiempos
oscuros del peligro ya han pasado... Los progresos de la llamada cultura
liberal de los pueblos gentiles son la mejor protección para nuestros
planes de dominio. Si una nación se atreviera a oponérsenos alarmaríamos
a todo el mundo por medio de la propaganda que se halla bajo nuestro
control y todos los demás pueblos considerarían un vandalismo la lucha
contra nosotros, un crimen contra la humanidad y la cultura. La nación
que se atreviera a insolentarse sería destruida por los medios poderosos
de que dispone el judaísmo universal."
(Nota: recuédese que esto está escrito en
1868, y a pesar de ello, tal como los Protocolos, predice las
circunstancias de la Segunda Guerra y hasta anticipa un fraude llamado "crímenes contra la humanidad" , concepto y figura delictiva inventada especialmente para el Jucio de Nüremberg y por lo tanto desconocida en el siglo XIX).
La voz del que se hallaba sentado sobre la piedra de la tumba interrumpió:
"Examinemos ahora los medios de que nuestro pueblo dispone en los siete mercados".
Hablaron por orden. Primero el representante del Shebet, o tribu, de Rubén:
"Fould y Cía.", explicó, "con 20
millones de francos, A. J. Stern y Cía., con 30 millones de francos, G.
L. Halphen y Cia., 20 millones; Antón Schnapper, 15 millones; Samuel ven
Haber, 7 millones; J. E. Kann y Cía., 5 millones; H. J. Renach, 7
millones de francos; Bischoffsheim, U. Goldsschmidt y Cía., 15 millones
de francos. Agregando las empresas menores, con más o menos 80 millones,
el capital de nuestro pueblo, sólo en París de hoy, llega a 200
millones de francos".
"Esto significa la 47 parte de la deuda
del Estado francés", dijo el representante del Shebet de Levi. "La casa
de Percira y Mires, con ser marranos, son igualmente nuestros. Estimamos
su fortuna en unos 30 millones".
Siguió la relación de Londres:
"Moses Montefiore, 2 millones de libras,
Mosés & Son, Bischoffsheim y Goldsschmidt, Stern Hermanos, 4
millones; R. Raphael & Son, 800 mil libras; Luis Cohen & Son,
medio millón; Samuel Montague, medio millón. Las casas menores de la
ciudad poseen más de 4 millones, lo que da un total de 11 millones de
libras para Londres".
Le tocó el turno al representante de Viena:
"Moritz Koenigswarter tiene 14 millones
de florines; H. Todeskos, 15 millones; M. L. Biedermann & Co., un
millón v medio; Ephrussy & Co., un millón y medio; Eduard Wiener, un
millón y medio; Ludwig Ladenburg, 3 millones; Friedrich Schey, dos
millones y medio, Leopold Epstein, 3 millones. Agregando las casas
menores, disponemos en Viena de 61 millones de florines, o sea, 152
millones de francos. Hay 2.268 millones de florines de deuda pública. En
caso de quiebra, se duplicaría nuestra fortuna".
Siguió Berlín:
"S. Bleichroeder, un millón; Mendelsohn
& Co., un millón; A. C. Plaut, un millón; S. Herz, un millón; N.
Reichenheim & Sohn, dos millones; Liebermann & Co., dos
millones; Hermann Gerson, un millón y medio; M. E. Levy, un millón y
medio; Joel Meyer, un millón y cuarto; Moritz Gueterbrock, tres cuartos
de millón: Louis Riess, medio millón. Finalmente, las pequeñas casas,
diez millones, En total, se cuenta con 24 millones de táleres, o sea, 90
millones de francos. De este modo, la duodécima parte de la deuda
pública está en nuestras manos. La cantidad es todavía pequeña pero ya
la aumentaremos por medio de la relación y los matrimonios sabiamente
planeados con las goyohr y los goym".
Continuó Hamburgo:
"H. B. Oppenheimer, cuatro millones de
marcos; J. E. Oppeinheimer, tres millones; Jaffré Hermanos, dos
millones; Pintus, dos millones, Natan & Sons, dos millones; Behrens,
Hijos, un millón y medio; Ferdinand Jakkobsohn, un millón y un cuarto;
Samuel Levy e Hijos. un millón y medio; L. R. Veit and Co., un millón;
A. Alexander, un millón; Liber y Koenigswarter, un millón; M. M.
Warburg, un millón; H. Jonás & Co., un millón; Julius Leser, un
millón; Martin N. Franenkel, un millón; Mendelssohn Bartholdy, tres
millones; Amsel Jakob Ree, un millón; Hesse Newmann, un millón; W. S.
Warburg, dos millones. En total, son 40 millones de marcos, incluyendo
las casas menores. O sea, 75 millones de francos. La riqueza de los goym
es aún mucho mayor".
Le tocó el turno a Frankfort:
"H. S. Golschmidt, 7 millones de
florines; Marcos Koenigswarter, dos millones; Jakob H. S. Stern, 2
millones, Sulzbach Hermanos, 2 millones; Lazarus Speyer Elissen, millón y
medio; Eduard Meses Kann & Co., 1 millón. Incluyendo las casas
menores y las agencias de lotería, son 8 millones, más las casas unidas
de los Rothschild, en París, Frankfort y Viena, con 100 millones,
alcanzamos a los 123 millones de florines. O sea. 260 millones de
francos".
Empezó a hablar el representante de Petersburgo:
"E. N. Guenzburg, 2 millones de rublos".
Siguieron Roma y Nápoles:
"20 millones de liras".
Se terminó con Amsterdam:
"Hollander y Lehven, Lippman, Rosenthal & Son, Becher y Fould, Wertheim y Gompertz, en total unos 40 millones de florines".
"Es así que hoy nuestro pueblo, los
grandes capitalistas de Israel en Europa, en el año 1851, disponemos de
un capital de más de dos mil millones de francos... Vosotros sabéis que
el trabajo es el siervo de la especulación y de la inteligencia.
Poseemos la tenacidad de la serpiente, el ojo del halcón, la memoria del
perro, la comunidad del castor... Nuestras cabezas se han levantado por
encima de las naciones y las esclavizaremos en el futuro. Hay muchos
que van al bautismo: pero el agua no debilita el espíritu sino la carne.
Estos renegados siguen perteneciéndonos y rezamos por ellos el día de
la expiación. No es el judío que se transforma en cristiano, sino el
cristiano que se hace judío por generaciones, debido a la mezcla de su
sangre. Los bautizados son la escala por la que subimos, los caminos que
se hallaban cerrados para nuestro pueblo. Cada mezclado queda fiel a
nosotros y no lo es a aquellos que no son de su carne y espíritu, a
pesar del bautismo, siempre que Israel mismo no les expulse como a los
leprosos, cosa que no hacemos..."
"Hermanos -continuó el Levita- es tiempo
ya que delineemos aquí los caminos, de acuerdo a la dirección de
nuestros Sabios y a la experiencia ganada en estos últimos cien años
transcurridos para marchar por los cien años venideros, siempre en
dirección al objetivo final. Nosotros, los Sabios, somos el cerebro que
ordena y manda a la multitud ciega, al rebaño de los goym. Somos los
arquitectos impasibles que colocarán las piedras de la torre que
alcanzará el cielo. Que hable, entonces, Shebet Rubén, para informarnos
cómo Israel conquistará el dominio de todos los pueblos de la Tierra".
Y el Sabio representante de la Tribu de Rubén, empezó a decir:
"Todas las casas reinantes y los países
de Europa están llenos de deudas. El capital movible estará en manos
nuestras. Fiscalizaremos las fortunas de los Estados. Debemos facilitar a
los gobiernos el contraer deudas, de modo de controlarlos cada vez más.
Nuestro capital deberá pedir entonces garantías a los Estados, en
instituciones, ferrocarriles, impuestos, minas, propiedades y dominios
estatales. El mercado papelero es una feliz invención nuestra,
totalmente en nuestras manos". (Nota: si usted sabe un poco
siquiera de economía internacional, habrá sentido entonces un escalofrío
al leer estas palabras escritas ¡hace más de un siglo!).
El Shebet Simeón tomó la palabra:
"También la propiedad de bienes raíces
tiene que pasar a manos de Israel. Esto no será difícil, si logramos
controlar el capital movible. Una aspiración más importante de Israel ha
de ser, por lo tanto, desalojar a los actuales poseedores de la tierra.
Peligrosa, ante todo, es para nosotros la propiedad de los grandes
terratenientes. Debemos, por ello, facilitar a los jóvenes aristócratas
el contraer deudas en las ciudades. De este modo, ante el miedo al
escándalo, llevaremos a la ruina a las aristocracias. La propiedad de
bienes raíces deberá también transformarse, llegando a hacer de ella
mercadería vendible. Cuanto más logramos hacer de la propiedad algo
pequeño y fraccionado, tanto más fácil y barata caerá en nuestras
manos... Hemos comenzado con la adquisición de la propiedad
inmobiliaria. En París y Viena la mayor parte de las casas se encuentra
en nuestras manos..."
Calla el Shebet Simeón y empieza a hablar el Shebet Judá:
"La clase artesanal es la fuerza de la
clase media, así como la propiedad rural es la fuerza de la aristocracia
y ellas obstaculizan a Israel el camino. El artesano debe ser
arruinado".
"El artesano no debe ser otra cosa que
un obrero", continúa Shebet Judá. "Lo reduciremos a esto con la libertad
incondicional de las profesiones. Cualquiera podrá serlo. El fabricante
al por mayor reemplazará al maestro-artesano. El capital reemplazará la
habilidad. Con la transformación del artesano en obrero de industria,
podremos dominar las masas para fines políticos. Quien resista este
sistema debe ser aniquilado por medio de la competencia. La masa del
pueblo estará de nuestro lado en esta lucha contra el artesano, porque
podrá comprar mercaderías a un precio más bajo". (Nota: esta sería
más tarde una de las premisas fundamentales del comunismo: eliminar los
talleres y convertirlos en industrias, y al artesano volverlo obrero
para "suscribirlo" a la clase trabajadora... ¿Qué casualidad no?.
Curiosamente, el libremercantilismo, en su necesidad de
industrialización, presiona para esta misma transformación técnica del
trabajador).
Hablaron varios otros Shebet. El Shebet Náftali dijo:
"Jamás aceptaremos puestos subalternos.
De la más gran importancia para nosotros es la justicia y la abogacía.
Nos entrega la posibilidad de enterarnos de la posición de nuestros
enemigos y de su verdadero poder. Ya hemos entregado a muchos Estados
Ministros de Finanzas, también Ministros de Justicia. Nuestro objetivo
debe ser el Ministerio del Culto. Debemos conseguirlo reclamando la
paridad civil y la igualdad..." (Nota: ¡mejor sin comentarios!)
"Una ley benigna sobre quiebras será
como una mina de oro en nuestras manos. Ante todo debemos procurar que
las leyes contra la usura sean abolidas en todos los países. Debemos
persuadir a nuestros enemigos de que de esta manera el dinero se
obtendrá más barato. El dinero es una mercadería como cualquier otra y
la ley debe entregarnos el derecho de hacer ascender su precio cuando
sea mejor para nuestro provecho".
Enseguida tomó la palabra el Shebet Benjamín:
"Israel debe ganar fama y honor. Sus hijos
deben llegar a la cabeza de las sociedades donde lo luzcan, en las ramas
de la ciencia y el arte. Como actores e intérpretes musicales podremos
obtener grandes honores, pues en estas profesiones la especulación logra
buen campo. Necesitamos para nosotros la medicina y la filosofía, dando
en ellas a las teorías especulativas un mayor espacio. El médico
penetra en los secretos de las familias y tiene en sus manos las vidas
de las mismas".
Tocó el turno ahora al Shebet Asser:
"Debemos exigir el libre matrimonio
entre judíos y goym. Nuestros hijos deben casarse con las familias
aristocráticas e influyentes de los gentiles. Nosotros les damos el
dinero y ellos nos entregan la influencia y el poder. La mezcla con los
goym no tiene ninguna influencia efectiva sobre nosotros, pero nosotros
sí sobre ellos".
"Nunca un judío debe hacer una
prostituta de una hija de su pueblo. Si quiere satisfacer su apetito
carnal, habrá suficientes mujeres no judías para ello... Haced del
matrimonio de los gentiles un contrato comercial y sus mujeres e hijas
serán todavía más sumisas en nuestras manos".
Por último, tomó la palabra el representante del Shebet Manasse:
"Si el oro es el primer poder en el
mundo, la prensa es el segundo. Sólo cuando tengamos toda la prensa en
nuestras manos podremos llevar a su realización las proposiciones aquí
hechas; habremos llegado a la meta. Nuestra gente debe dirigir la prensa
diaria. Tenemos que ser los dueños de los grandes matutinos y diarios
políticos que preparen la opinión pública, la crítica literaria, las
noticias, los teatros. Suplantaremos paso a paso a los goym. Después
dictaremos al mundo lo que debe pensar y creer, elogiar o condenar.
Haremos escuchar en cien formas diferentes el grito de dolor de Israel y
el lamento sobre nuestra supresión, sobre nuestro tormento. Así, la
masa estará siempre de nuestra parte, aún cuando cada hombre,
individualmente, pueda estar en contra nuestra. Con la prensa en nuestro
control convertiremos la justicia en injusticia y la ignominia en
honor. Destruiremos la fe en todo aquello que nuestros enemigos
aprecian. Podemos hacer la guerra y la paz. Levantar el talento o
rebajarlo, perseguirlo, exponerlo al silencio de la tumba. Nada le
entregaremos gratis a nadie... Si Israel posee el oro y la prensa, ya
podremos preguntarnos en qué día deseamos poner la corona para empuñar
el cetro sobre los pueblos de la tierra..."
Ahora, el Director misterioso del Sanhedrín
Cabalístico, levantándose de la piedra de la tumba, tomó la palabra para
cerrar la fatídica asamblea:
"Los Roshe-Bathe-Aboth, de los 12
Shebatim (representantes de las doce tribus) de Israel han hablado
palabras sabias esta noche. Sabias y graves. Ellas serán las columnas de
los tiempos venideros, en los que se reerigirá el Trono de David
cuando, pasados otros cien años, en el Año consagrado a Jahvé, en 1941,
los dirigentes del Shebatim se vuelvan a congregar. Ahora el semen de
Jacob deberá saber mantenerse unido en la suerte, la riqueza y el poder,
así como se mantuvo unido en la desgracia, en el peligro y la
persecución. Cada uno debe ayudar al otro. La poderosa mano de nuestro
Señor Jahvé nos guió durante los cuarenta años en el desierto,
llevándonos a la conquista de Canaán y nos guiará también después de 45
veces 40 años de peregrinación por el mundo al dominio y la conquista de
todo el universo. Si Israel sigue los consejos aquí dados, resueltos
por el actual Sanhedrín, nuestros descendientes, cuando se cumplan los
cien años consagrados a Jahvé y vengan aquí de nuevo, a este lugar,
junto a la tumba del fundador de nuestra hermandad, podrán anunciarle
que ellos son los verdaderos príncipes de la tierra y que se ha cumplido
la promesa hecha al pueblo de Israel: Será el amo y todas las naciones
restantes, sus siervos... Renovad ahora vuestro juramento y marchaos con
el viento hacia todos los confines de la tierra..."
"Cada uno sacó de su bolso una pequeña piedra y la dejó caer en la tumba, en esa noche que se hacía más oscura aún".
UNA POSIBLE EXPLICACION AL MISTERIO
Resultan un completo enigma las fuentes de
las que pudo valerese Retcliffe para su obra (a menos que sea un
"clarividente"), pero quizás podamos suponer que, por lo menos, parte de
estas pudieron haber tenido como base algunas de las revelaciones
hechas por el judío Isaak Adolphe Crémieux, en 1860, durante el proceso
de fundación de la "Alianza Israelita Universal", predecesora del
Movimiento Sionista. En ellas, Crémieux declaraba abiertamente -y para
sopresa de muchos no judíos- las totalitarias y reales intenciones de su
recién creada organización pre-sionista que bien pudo haber sido
planificada en el Quinto Sanhedrín Cabalístico. Antes de ser
"Retcliffe", Goedsche, el espía prusiano, debió estar muy al tanto de
las actividades de las organizaciones judaicas y sus relaciones con la
Masonería de Europa, que vivía por esos días su edad dorada. Sin
embargo, como base para la redacción de todo lo relatado en el
"Biarritz", las declaraciones de Crémieux resultan insuficientes.
Esa fue la época en que apareció además otro
intrigante documento, el libro "Diálogos en los Infiernos entre
Maquiavelo y Montesquieu", escrito en anónimo por un tal Maurice Joly en
1864, y en los que la similitud con Los Protocolos de los Sabios de
Sión llega a tener precisión métrica en algunos pasajes. ¿Estaría
Retcliffe, Joly y el transcriptor de los Protocolos de los Sabios de
Sión usando como base el mismo documento? ¿Emplearon en su defecto
fuentes distintas pero que se referían a lo mismo? ¿Cómo llegaron a
acceder a estos conocimientos catalogados como información que debía ser
protegida con la vida? ¿Era este libro de Joly un ensayo encubierto y
codificado de los futuros Protocolos para ser leídos y entendidos nada
más que por la judería y la masonería?. Dada la similitud entre el libro
de Joly y Los Protocolos, algunos defensores del Sionismo han
aprovechado la situación para aplicar la vieja receta de c onfundir en donde no se puede convencer ,
y sostienen que Los Protocolos de los Sabios de Sión serían
directamente un fraude editorial basado en un plagio de los pasajes de
"Diálogos en los Infiernos entre Maquiavelo y Montesquieu", pero
presentados ahora como de autoría judía. Sin embargo, el tema del
"Biarritz" queda en el aire, más aún sus proféticas palabras.
Sobre Los Protocolos, nuestra opinión es
que, más que corresponder a una copia textual del plan sionista debatido
en Basilea (y del que ya existían documentos anteriores) son más bien
el desarrollo literario efectuado por el equipo de Nilus a partir de los
pocos extractos reales que logró almacenar de los originales que le
fueron facilitados. Se sabe que contó con sólo una noche para
transcribir lo que más pudiera, de modo que debe haber tomado las ideas
más generales de sus contenidos para luego presentarlas en el formato
que hoy se encuentran, apoyándose quizás en otros libros anteriores que
también trataban el tema pero desde mayor distancia. En tal sentido, Los
Protocolos, más que las actas del encuentro de Basilea, son un informe
de sus reuniones. Y, de ser así, podemos suponer que Nilus se apoyó en
documentos más antiguos a sus "actas", que denunciaban exactamente lo
mismo que él buscaba hacer público. De allí podríamos especular que
utilizó la obra de Joly, pero la existencia del relato de Retcliffe
dificulta la posibilidad de esta idea.
Algunos, por otro lado, han preferido el
intento de relacionar la obra de Joly con un supuesto plagio de
Retcliffe para producir su "Biarritz", pero en las fuentes donde se hace
esta acusación no se reproduce ningún párrafo del cuento para comprobar
esa supuesta similitud... ¿Por qué? Porque narrativamente no se parecen
en nada, salvo la idea general de una cospiración mundialista y
encubierta y los mecanismos que se usarían para ello, que tanto
Retcliffe como después Nilus atribuyen a los judíos. No existe entre
ellos la misma relación métrica que hay entre los mismos Diálogos y los
Protocolos. Otros autores dicen que durante el famoso Caso Dreyfus, en
1993, los franceses, en colaboración con espías rusos de la Okharana
instalados en París, habían producido allí la primera edición de los
"Protocolos de los Sabios de Sión" pero haciendo una narración común
entre el libro de Joly y el de Retcliffe.
Así, para unos Nilus copió a Retcliffe y
Retcliffe copió a Joly... Para otros, Nilus y Retcliffe copiaron a Joly
por separado y en épocas distintas. Para unos el autor del fraude fue la
inteligencia prusiana representada por Retcliffe, y para otros la
policía secreta rusa apoyada por los franceses. para otros son los
franceses directamente (para apoyar las acusaciones antisemíticas del
Caso Dreyfus), ayudados o por los espías prusianos o bien por los espías
rusos. Algunos dicen que los franceses se inspiraron en los rusos para
escribir su propia versión de las denuncias antisemíticas, y otros
aseguran que los rusos, a través de Nilus, imitaron la idea de los
franceses. Los primeros Protocolos son producidos en Francia para unos y
en Rusia para otros. Algunos hasta creen que el "Biarritz", a pesar de
las diferencias, sería la "primera versión" de los Protocolos, así que
su edición original es inglesa... Es decir, ni siquiera existe un buen
acuerdo "oficial" para hilar una posible unión entre estos tres libros y
crear una buena defensa para exculpar al judaísmo de las acusaciones de
los Protocolos y del "Biarritz". Nuevamente, vemos la aplicación del
principio de confundir para convencer .
La búsqueda seria de una explicación a los
contenidos del "Biarritz" presenta una serie de dificultades y dudas,
principalmente por su distancia cronológica con los supuestos documentos
que pudieron ser la base de la transcripción de Los Protocolos, a pesar
de referirse más o menos a lo mismo. Una teoría muy probable es la de
que, tanto Joly como Retcliffe, habrían tenido acceso a una fuente de
información común o relativamente simil, "filtrada" desde la judería y
relacionada con los acontecimientos vinculados a la judaísmo de la
época. Esta sería la idea más lógica y sencilla, pero la más negada por
los defensores del judaísmo dado su carácter incriminatorio. Joly era,
además, de posible origen judío, o al menos alguien muy cercano a ellos,
pues en su funeral (luego de morir suicidándose en prisión detenido por
Napoleón III, que se sintiera aludido en sus "Diálogos en los Infiernos
entre Maquiavelo y Montesquieu") asistieron importantes judíos y
masones de la época, entre los que estaba el propio Crémieux. Algunos
autores sostienen que su verdadero nombre era Moses Joel, aunque es
cierto que se habría convertido al catolicismo siendo joven.
Esta presunta "filtración" no es de
sorpresa, ya que incluso en los más secretos encuentros, los judíos han
demostrado un permanente exceso de confianza y seguridad derivada de su
arrogancia, permitiendo que muchos documentos clasificados lleguen de
vez en cuando a nuestro conocimiento. Ya ocurrían estas cosas desde el
año 1066, cuando el Rabí Samuel, de Marruecos, le escribió en árabe una
carta a otro rabino español recomendándole la conveniencia de que los
judíos se convirtieran al catolicismo para poder optar a buenos cargos
públicos y posiciones de poder, documento que fue robado y expuesto a la
luz pública. Ese era un agitado "año cabalístico" de la judería, por el
doble "6", además del aniversario mil del levantamiento de Jerusalén,
en el año 66. Algo parecido ocurrió en el año 1666, triple "6", en donde
los judíos protagonizaron muchas revueltas y surgieron muchos supuestos
"Mesías locales" influídos por la relación cabalística de las cifras
del año.
Los milenarios Evangelios de San Juan, San
Mateo y San Marcos están escritos en griego pero con las parábolas de
Jesús en esenio (arameo), lo que sugiere la existencia de un presunto
evangelio precristiano perdido, apodado el "Libro Q" (probablemente de
los famosos rollos del Qumrán), en que se basó la escritura de los demás
evangelios. Del mismo modo que el "Libro Q", las evidencias dan a
pensar que tanto la sátira política de los "Diálogos en los Infiernos
entre Maquiavelo y Montesquieu", la novela del "Biarritz" y también Los
Protocolos de los Sabios de Sión, si bien es difícil que se basen en un
sólo texto en común, lo hacen sobre algún grupo de enseñanzas o
declaraciones de la judería que aportaron el grueso de la información
representada en estos tres documentos, a pesar de las diferencias
cronológicas y distancias geográficas entre ellos. Pero el "libro
perdido" que inspiró los relatos de Joly, Retcliffe y la redacción de
los Protocolos de los Sabios de Sión, si bien es 1.800 años más joven
que el "Libro Q", acaba siendo un misterio aún más difícil de resolver.
LOS HECHOS Y LAS PREGUNTAS DESPUES DEL QUINTO SANHEDRIN
Una gran posibilidad es que la fuente de
inspiración para ambos autores, Joly y Retcliffe, fuera un documento
titulado "Discurso de un Rabino sobre los Goym". Esta extraña obra fue
rescatada y vuelta a publicar en forma de denuncia en 1900, por el
diputado austríaco Wenzel Brenowsky, con el revelador título de "Las
Garras Judías". Se basaba fundamentalmente en algunas documentaciones en
hebreo escritas a mediados del siglo XIX, mucho antes que lo hiciera
Joly o Retcliffe, reproduciendo un discurso del ultrafanático rabino de
la Sinagoga de Simferopol, que se hizo circular entre los dirigentes
judíos rusos de entonces.
Los archivos de estos documentos estaban en
los tribunales de Odessa, una ciudad rusa con una alta concentración de
judíos y en la que estos solían publicar tranquilamente sus más secretas
intenciones y celosas circulares de información hasta las vísperas de
la revolución. En Odessa se había publicado, además, uno de los folletos
antisemitas que reproducían la descripción de Retcliffe sobre el
Sanhedrín, pero en 1880, mucho después del discurso del Rabí de
Simferopol. Las fechas nos permitirían así descubrir quién pudo inspirar
a quién. Sergey Nilus, editor de Los Protocolos de los Sabios de Sión,
también habría tenido acceso a algunos párrafos de este documento y los
habría incluido en su libro, intentando simular que eran parte de las
verdaderas actas del Congreso de Basilea de 1897, a partir de las cuales
redactó Los Protocolos tratando desesperadamente con ello de advertir
al Zar y al mundo entero de lo que el recién creado Sionismo le
preparaba a la humanidad.
Del mismo modo que el Rabi de Simferopol, se
sabe que Achad Ginsberg, redactor principal de los ítems discutidos en
el Congreso de Basilea de 1897, expuso abiertamente lo que podríamos
llamar sus "primeros ensayos" de Los Protocolos de los Sabios de Sión al
Congreso, esperando apoyo político. Una copia manuscrita de los mismos,
hecha en 1895 (dos años antes del Congreso de Basilea), se preservó en
Moscú hasta que fue hecha desaparecer misteriosamente. Quizás exista
alguna relación entre ella y la publicación de un documento muy parecido
a Los Protocolos de Nilus, pero más abreviados y concisos, que apareció
en la revista "Znamya" ("Bandera") de San Petersburgo entre agosto y
septiembre de 1903, dos años antes de la publicación de Nilus. El editor
de "Znamya", P. A. Krushevan, sostuvo que era la traducción de un
escrito original de Francia, y que el transcriptor lo había titulado
"Actas de la Reunión de los Masones Mundiales Universales y los Ancianos
de Sión". Puede que a partir de este documento francés original se
hayan escrito esos Protocolos manuscritos de Moscú y que Nilus haya
redactado su informe sobre las actas del Congreso de Basilea, ya que en
la historia de sus Protocolos señala que los apuntes originales de las
actas de Basilea, efectivamente, pasaron por Francia en algún momento.
Ahora bien, si esos documentos franceses
fueran anteriores a la reunión de Basilea (lo que no quita que hayan
sido utilizados posteriormente por Nilus al redactar Los Protocolos
supuestamente basados en las actas de este congreso) entonces podríamos
encontrarnos frente al misterioso texto originario de los relatos de
Joly y, en alguna medida, de la descripción del Quinto Sanhedrín
Cabalístico hecha por Retcliffe con un poco más de imaginación literaria
que Joly y que el posterior Nilus, quienes más bien colocaron algunos
de sus párrafos extractados literalmente del original en sus respectivos
libros, mientras que Retcliffe los dramatizó agregándoles datos de la
actualidad económica y mercantil de la época.
Pero más allá del debate sobre las fuentes,
siguiendo con la lógica de la cronología cabalística el último
Sanhedrín, número seis de la secuencia, se habría realizado en 1941,
aunque no entre las tumbas de Praga, como da a entender Retcliffe que se
habían hecho hasta entonces todos los Sanhedrín y como lo prometen los
personajes de su relato, porque Checoslovaquia estaba ocupada por los
alemanes. Sin embargo, el que se realizó de todos modos es un hecho,
probablemente en algún secreto lugar de Estados Unidos o Inglaterra,
pues ese año de 1941 fue aquel en el que el judaísmo terminó de
movilizar a los países del mundo contra Alemania para garantizar la
derrota de Reich. Fue el año en que se comenzó, además, a terminar los
detalles del fraude holocáustico con la "Operación Seis Millones" (donde
se inventó la cifra de los seis millones seguramente conmemorando que
éste era el Sexto Sanhedrín) y se planeó la Conferencia Sionista Mundial
de 1945 para la fundación del Estado de Israel como "consecuencia" de
la guerra, en 1948.
No sabemos si el Sexto Sanhedrín se cerró la
seguidilla de reuniones de este tipo. Si acaso se fuera a realizar un
Séptimo Sanhedrín, que a ratos se nos figura innecesario dado el avance
que ha logrado el judaísmo en su conquista del mundo, éste tendría lugar
en el año 2031, pues 2+0+3+1= 6.
...El tiempo nos lo dirá.