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    Inicio » Artículos » Hitlerismo Esotérico

    Fragmentos tomados del libro "El Cordón Dorado" de Miguel Serrano




    -Una batalla que termina mal es una aventura espiritual que ha tenido éxito.

    -Se trata de la última Gran Guerra, que fue tan grande como la del Mahabharata, y más aún, porque señala el final de los tiempos, de todo un Manvantara, cósmico y terrestre. Quien pretenda considerar esa tragedia como una Guerra Mundial más, no ha entendido nada de lo acontecido.


    -En la iniciación había recibido la fuerza de Vril, la energía victoriosa de Hvareno, o Farr. Contra él se desencadenarían todas las fuerzas de las sombras y de la muerte, de la inercia, de los elementarwesen, de los seres elementales. Por eso teníamos que ayudarle. La Guerra iba a ser de dioses y demonios. Una Guerra Cósmica, reflejada y dramatizada al máximo en la Tierra.


    -Le queda una última posibilidad: hacer reconocible al Enemigo, descubrirlo de una vez
    para siempre, polarizando maniqueamente el Combate Cósmico entre dioses y demonios, entre luz y sombra, entre fuego y hielo, "horbigerianamente", en ríos, mares de sangre, sabiendo que se perderá aquí y ahora, para ganar allá y después, simultáneamente, en un mundo paralelo.

    -Poseyendo la verdadera Potencia de Odín, hará conocer a sus enemigos el fuego del cielo, que estará a su servicio y azotará la tierra con más violencia que mil relámpagos (¿La bomba atómica, el rayo de los platillos? ). Será Señor Supremo del mundo e instaurará en todas partes las leyes de su Orden por Mil años.


    -Los miembros del Gobierno Invisible que controla a las más poderosas naciones de la tierra exterior son impotentes ante los poderes del mundo interior. Los síntomas revelan que estarían tratando de ajustarse a sus señales, porque el terror les obliga. Si así no fuera, ya habrían hecho estallar la guerra atómica, que forma parte de sus planes de destrucción y dominio planetario.


    -Por debajo de las aguas, quizás por donde termina la corteza del planeta, se desliza el Cordón Dorado, la Áurea Catena, que conecta a los seres de una misma Raza del Espíritu, de un mismo Astro, a través de todos los continentes de la tierra externa e interna y los hace camaradas en una Guerra comenzada con la Creación. Aquí no puede haber defecciones ni capitulaciones. No se cambia de lado en el Conflicto. Sólo existe un breve descanso en la muerte, Porque los guerreros son eternos, inmortales.


    -Los cátaros eran vegetarianos, quemaban a los muertos, eran videntes y practicaban la magia. Serían también dualistas, como los maniqueos y los gnósticos. Lucifer no era el demonio para ellos, sino el portador de la luz, Lucibel. El demonio era Jehová, el demiurgo creador de la actual tierra.


    -Las tres categorías en que el tantrismo kaula divide a la humanidad: pasu, virya y divya; o sea, animal-hombre, héroe y siddha divino. La última categoría corresponde a la familia iniciada kula, de los kaulas tantricos (hiperbóreos) y le está reservado el rito iniciático secreto de Panchatattva. El siddha, u hombre-dios, es el liberado.

    En la vorágine de los acontecimientos políticos, precipitados por el Destino y por las voluntades directoras de las corrientes iniciáticas contrarias, todo se ha interpolado en su manifestación visible, divulgándose una historia adulterada.

    -En el licor de la sangre espiritual, los arios reencontraban el origen divino, su memoria. El soma daba la fuerza aria (Hvareno), abría el Vril, el Tercer Ojo, permitiendo ver a los antepasados divinos, extra terrestres, de la Tierra Anterior y el Paraíso perdido.


    -Los trovadores germanos practicaban un culto ceremonial, llamado Minne-drinken, en el que bebían en memoria del Amor, del recuerdo del Amor Eterno, de la Vida Eterna. Seguramente se bebía el soma, la sangre mágica de la raza, donde circula el recuerdo de Hiperbórea, de las sacerdotisas de cabellos dorados, de la eternidad de los hielos, de la Estrella de la Mañana.


    -"Después que Jehová aprisionó a Adán y Eva en un mundo de miserias, Lucifer les aportó la ciencia del bien y del mal, la gnosis salvadora y divinizante", dicen los gnósticos ophitas (ophis quiere decir serpiente). Lucifer es el portador de la luz de la gnosis. El premio del esfuerzo luciferino de la "emanación", del hombre semidivino, es su inmortalidad que, de algún modo misterioso, beneficia a la Mónada, haciéndola más sabia. La inmortalización de la "emanación" es, además, con el cuerpo, como lo afirmaban los Siddhas tántricos. El inmortal es sacado de esta tierra con el cuerpo, en un Carro de Fuego, como Enoc.

    La inmortalidad no es de todos. Deberá ser ganada en batalla despiadada, en cada uno de los días de aquí abajo. Y es conquista de unos pocos vencedores.

    -La iniciación consiste, en parte, en una técnica de reactivación de la memoria cromosomática, dirigiéndola hasta poder completar la Melodía inmortalizante, dentro de los márgenes del libre albedrío que aporta al guerrero-iniciado la revelación hiperbórea.


    - En toda esta región sudeuropea se extendió una vez una civilización nórdico-germánica, de tradición hiperbórea, con el "recuerdo del amor perdido", con su nostalgia y su Minne, la que Roma cristiana odia desde lo más profundo de su alma semítica.


    -Cuando nosotros hablamos, por ejemplo, de la sangre, no nos referimos exclusivamente a la sangre biológica, que circula por las venas del cuerpo físico. Pensamos en la sangre de Paracelso, en la Luz Astral y también en la Memoria Akhasica, o etérica, de los indoarios. Esta es la verdadera "memoria cromosómica" y no la bioquímica del presente. La sangre, en un sentido espiritual y hermético, es el licor sagrado del soma, algo diferente a lo que nos enseña la biología y la hematología de la ciencia del Kaliyuga; es el sol líquido, por donde circula la memoria de los antepasados extra terrestres; es el Gran Recuerdo.


    -Una iniciación solar, viril, por oposición a la Iniciación Lunar, femenina, de la Madre, dada a conocer por Diótima. Esta última iniciación es la del santo; no es la del mago; sostiene la inmortalidad del Arquetipo en la Anacefaleosis y Apocatástasis paulistas, es decir, la salvación de todos —o casi todos— en Cristo, al final de los tiempos, en un "Punto Omega", para usar el término del evolucionismo (¿darwinista?) de Teilhard de Chardin. Propicia la prolongación de la especie, la reproducción maternal, necesarias para la vida del Arquetipo-Incubo y vampírico, eternizando esa Entidad por la pasividad y la fe de los esclavos que le sirven de alimento. De un modo dudoso, por otra parte, pues no hay seguridad de que la Entidad, o Daimon, se eternice así. En la Iniciación solar, viril, hiperbórea, luciferina, que es la del Mago, la del Siddha, el hombre se hace semidivino y divino, en lucha aún con la Entidad, la Mónada. En la Iniciación Lunar, un fantasma se eterniza ilusoriamente a nuestras expensas; en la Iniciación Solar, puede que hasta se logre eternizar el fantasma, eternizándonos.


    -La involución es como una pesadilla. Seres aquí dejados en edades muy remotas, introducidos voluntariamente, o por casualidad, desde otros mundos y tiempos paralelos, han descendido hasta el animal, quizás hasta el vegetal, el mineral y aún más abajo en la vibración de la energía. Los colores diferentes de las razas tienen que ver con una alquimia cósmica y se comprenderán mejor haciendo referencia al color del aura, que los Siddhas y los Divyas perciben. En el actual proceso de las mezclas, de hibridismo total de las razas, favorecido por las oscuras potencias que se mueven en el nadir del Kaliyuga, se hace cada vez más difícil poder alcanzar el número necesario de mutaciones que harían posible superar el drama de la involución, acercándonos cada vez más, por el contrario, al eterno retorno de la Atlántida, cuya catástrofe espantosa fuera producida, según Platón, precisamente por la mezcla de las razas, de los semidivinos con el animal nombre, quizás con los animales y hasta con los robots. Es decir, por el Pecado Racial, que afecta y destruye todos los colores alquímicos por igual, produciendo los intocables, los monstruos, como en India, donde la mezcia de las castas no favorece a ninguna, al destruir sus particulares iniciaciones, por confusión de la memoria akhásika, de la "iniciación cromosomática", perdiéndose la Minne. la nostalgia del Amor Eterno.


    -En Hiperbórea, la Reina Blanca es otra cosa, es la Sacerdotisa-Maga, Hallouine, quien entrega al héroe, al Virya, el Gral, por medio del Amor Mágico y lo transforma en Divya, en Siddha inmortal.


    -Creemos necesario decirlo: Julius Evola, el más importante pensador italiano de estos tiempos, el más profundo, tampoco alcanzó a liberarse de los límites que le impusiera su nacimiento romano y su admiración por Rene Guenón —al que era muy superior—.


    -No todos esos batallones llegan ni cumplen su objetivo. Muchos caen en el camino, son derrotados, se equivocan de fortaleza, extravían la ruta. Son los semi-hombres, los animales, los simios, los perros, las arañas, los pájaros, las plantas y hasta los metales. En cada uno de los derrotados, al fondo, hay una energía, una substancia divina del Urmensch, que es la misma que ha llevado al hombre y que llevará al Superhombre al triunfo.


    -En el Hombre-Total, el animal estaba dentro. Todo eso ahora se pierde fuera, se dispersa. Al comer la carne del animal, el hombre trata de apropiarse de la energía de los caídos, de los derrotados, para seguir el combate y, todos juntos, alcanzar un día la conquista de la fortaleza inmensamente lejana, en ese Círculo cuya circunferencia está en todas partes y su centro en ninguna. Come también la planta y hasta el mineral, el oro y la plata, símbolos del sol y la luna, que igualmente estaban dentro del Hombre-Total. El guerrero primitivo devora la carne de su enemigo vencido, para apropiarse la energía primordial del Urmensch: Hvareno, o Victoria.


    -El pecado (para usar esta expresión) consiste en ir abajo, mezclarse con los inferiores, con los elementanvesen, con los semi-hombres, con los semi-animales. Platón nos cuenta que el hundimiento de la Atlántida se debió a la mezcla con las razas inferiores, al "pecado racial". Los ángeles también se enamoraron de "las hijas de los hombres", según el Libro de Enoc. La Biblia nos habla de los Sheidim, mitad hombre, mitad animal. Esaú sería uno de ellos, según Robert Charroux. La mitología griega se refiere a las sirenas, a los centauros y a los faunos, que seguramente existieron, como intentos y fracasos en el Combate Cósmico por la expresión del Urmensch. Alguien se ha cansado, o bien, ha sentido la atracción del abismo, o se encontró con la fuerza contraria del Gran Opositor que intenta impedir la expresión suprema del Urmensch. La Fuerza del Mal, del Caos y de las Sombras.


    -Para descubrir que el catarismo coincide con la línea gnóstica, se debe recordar la declaración del gnóstico Marción: "Cristo no tiene que ver nada con Jehová. El Antiguo Testamento es inmoral. Cristo es hijo de un Dios de Amor desconocido. Todos los profetas, hasta el mismo Juan el Bautista, son acólitos del dios falso, de Jehová".


    -Judíos y cristianos han hecho desaparecer, con la complicidad de los musulmanes, todos los rastros del pasado más remoto y de la Atlántida que se encontraban en los documentos egipcios y se han apropiado, vulgarizando y simplificando los símbolos, las leyendas y la verdadera tradición.


    -En un momento tan crucial de la historia, volvemos a revivir estas cosas, a sabiendas de que van contra la corriente que empuja al último abismo del Kaliyuga. Una Era se terminó y se inicia otra en el ya cerrado universo del hombre.


    -El camino de la Mano Izquierda, vamacara, corresponde a la destrucción del nombre y la forma, y está precedido por Siva el Destructor. Hoy el mundo se hallaría en esta etapa: decadencia de una civilización, final de una Era astrológica, quizás de un Manvantara. Siva es también el Maestro de la Yoga Tántrica de la Mano Izquierda; los Siddhas son sus adeptos. Sin su trabajo, nada podría cumplirse, la tierra no podría salir de su involución.


    -El regreso al Hogar Perdido, a la Patria Nupcial, a la Estrella de la Mañana, son símbolos de un proceso interior, alquímico, de transformación del ser involucionado, del animal-hombre en semidivino y, luego, en divino. Un proceso de iniciación por grados en las transfiguraciones del hombre terrestre en hombre celeste, inmortal.


    -Porque la tierra no podrá salir del abismo del Kaliyuga sin la ayuda del hombre divinizado. El retorno se cumple en una Tierra paralela, análoga, compuesta por antimateria.


    -La Tierra, como el hombre, no es inmortal, mientras no se haya conectado conscientemente con el Espíritu, transfigurándose, pasando a voluntad a su "doble", eternizándolo. Este es el trabajo alquímico que los Guías Hiperbóreos intentan. La transmutación deberá cumplirse en ambos mundos, tal como en nosotros. Los Grandes Siddhas se inmortalizan con todos sus cuerpos, y así deberá hacerlo también la tierra. Los Siddhas son los magos de Hiperbórea, los semidivinos que se han divinizado.


    -La gran iniciación hiperbórea, reencontrada, la acción de los Guías ocultos, que no se muestran sino a los Maestros más altos de la Orden, dirigiéndoles. Isis, la Virgen Negra, hace nuevamente su aparición silenciosa y triunfal.


    -Toda la civilización naufraga en el maquinismo torpe y crudo, que infesta la tierra, en la esclavitud del hierro, del electrón, de la electrónica, del protón, de la cibernética, en el reinado de las masas, de la explosión demográfica, de "lo humano, demasiado humano", del animal-hombre, de lo amorfo, del burocratismo y del colectivismo demoníacos. No hay ya modo de salirse de esto por medios humanos o puramente terrestres.


    -De haberse impuesto el nuevo estilo, la usura de la sociedad de consumo no habría logrado su apogeo alucinante. El capitalismo y el comunismo marxista, dos antinomias aparentes, que se apuntalan entre sí, complementándose en la destrucción de lo divino y lo humano, porque se asientan en las mismas bases racionalistas, habrían llegado a desaparecer sin ruido ni escándalo, sin presentar resistencia. O jamás se habrían producido.


    -Mas, para poder continuar con el Opus, hay que poseer el "acero de los sabios", la Espada de la iniciación, la Lanza del Longino, el Azufre Incombustible. Es decir, un principio inalterable, que no se enciende, que se conserva a través del cambio de estado y que, llegado el momento, es la semilla de un nuevo desarrollo. El semen preservado, no eyaculado. Esto corresponde a la tercera parte del opus alchimicum, a la ópera roja, o Rubedo, donde se sobrepasa la condición de apertura extática.


    -En la muy hermética y antigua iniciación tántrica existen dos caminos. Ambos caen bajo el signo de Síva-Lucifer, de Abraxas. Uno corresponde al ser que aspira a sobrepasar la condicionalidad humana, rigiéndose por el principio luminoso sativa. Es el indicado al tipo espiritual-divino, Divya; será el Siddha-Divya. Aquí se aconseja la yoga tántrica puramente simbólica, excluyendo la posesión física, real, de la mujer, en el coito mágico llamado Maithuna. La posesión es mental, de la Amada Muerta. Unión en el cuerpo sutil, astral, en el espíritu únicamente.

    El otro camino tántrico, llamado de la Mano Izquierda, es el del ser que aspira a la expansión pasional por medio del ardor del fuego, para poder sobrepasar también su condicionalidad. Se lo indica para el tipo heroico, Virya; el héroe será un Siddha-Virya. En este "camino húmedo" se aconseja un contacto físico, real, con la mujer, en el acto sexual Maithuna, haciendo un empleo mágico del sexo y de Bundy, el semen, que no debe eyacularse en el acto.

    -Ambos caminos van siguiendo la línea sivaista, la de los Siddhas, que se inmortalizan con sus cuerpos.


    -Puede que sea el Cuerpo Astral que se materializa, se hace visible, aunque no tocable (noli me tangere), con materia inmortal, de Luz Roja, de Vajra, pudiendo residir y pasar a varios "mundos paralelos", a varias tierras a la vez.


    -El Húmedo, es el tántrico-alquímico de la Mano Izquierda, diremos, y puede tomar toda una vida. La transmutación de los metales internos y externos es lenta. La Sóror Mística pasa los ingredientes, se los entrega al adepto en su cuerpo y desde su cuerpo, en transferencia, vibración, individualización conjunta y progresiva, real y simbólica, mágica en todo caso, en un Amor sin amor, con un fuego helado, en el Laboratorio Secreto, en la Alcoba Mágica, hasta que ambos son mutados, interpenetrados, desposados, eternos.


    -Estos caminos son muy diferentes al camino ritualista de la religión devocional, o de la práctica de la Yoga Bhakti, de la filosofía Vedanta, y su fusión y pérdida en el samadhi, o éxtasis místico. Esta palabra sánscrita se descompone en sam que significa con y adhi, Ser Primordial: Fundido en el Ser Primordial.

    El éxtasis tantrico, sivaísta, es una tensión suprema que rompe las condicionalidades del animal-hombre y se incluye dentro de una personalidad o Individualidad Absoluta. Es un vórtice de energía, casi nietzscheano, llamado en sánscrito Kayvalia, no significando fusión ni pérdida, sino diferenciación suprema.

    -Aquel que ha llegado al estado humano y no trata de sobrepasarlo, es como quien se suicida. Es necesario ir primero al fondo de la propia naturaleza y jamás volver atrás, porque sería cavar su propia tumba.


    -Su única ética: sobrepasar los límites y cortar los lazos, destruir todo par de opuestos que caracterice el pasu, al hombre-animal corriente, inferior, burgués, por así decirlo. Vencer la piedad, la idea judeo-cristiana del pecado. Vencer el miedo, aplicando el "Doble Mudra", Vara-Mudra "que destruye el miedo y concede favor". Destruir los lazos de la familia: "Un Virya no es esposo, padre, etc."


    -"Un asesino y un anarquista, dirigidos por la senda justa, iluminados por la recta doctrina, tienen más probabilidades de superar la condición humana del pasu que un tibio", dice la tantra Kaula. Más que un burgués acomodadizo. Sin embargo, se ven claramente los peligros de este camino tremendo de superación y mutación nietzscheanas del hombre. Es un avanzar por el filo de la navaja.


    -Es la Resurrección de los Cuerpos, de la Carne, la que no es para todos sino para los Viryas, los héroes. Los Siddha-Divya, los Magos divinos del Cordón Dorado, los hiperbóreos, han eternizado ya su cuerpo aquí; ellos no mueren.


    -El animal hombre, el pasu, muere
    para siempre. Sus vehículos sutiles no van al Walhalla de las Walkirias, sino al Niflheim, el Hades nórdico, lugar oscuro, como el Schéol de los hebreos, tal vez los "hoyos negros" del firmamento, que todo se lo tragan.

    -Sigfrido es un héroe-iniciado, un virya que aspira a mutarse en divya, en hombre-dios, en superhombre, en sonnenmann. Ha conquistado un Tesoro guardado por los Guías del Mundo Interior, protegido por los enanos, envuelto en las "nieblas" del Gral y de los Nibelungos.


    -Sigfrido se baña en la sangre del dragón muerto y así se transforma su carne en inmortal, haciéndose invulnerable, cambiando de color y consistencia. Pasa a ser de Vajra, materia imperecedera, incorruptible y roja, en el proceso tántrico-alquímico de la Rubedo que adviene tras la Albedo y la Nigredo.


    - En la Tantra es la unión sexual de Siva y Shakti que da origen al universo, en el Maithuna, coito mágico, en el "Amor sin amor", Siva debe mantenerse impasible y sólo Shakti tendrá que agitarse, actuar. Toda la creación nace de aquí, en sus aspectos estéticos, dinámicos, estables, inmateriales, materiales, conscientes e inconscientes. Las formas de la Creación son las diferentes posturas del juego sexual de Siva y su Shakti, como pueden verse en los muros de los templos de Kajuraho. La Esposa, Ella, es activa; Siva, El, mantiénese lejano, concentrado en sí mismo, adentro y afuera, gozando y aparte del goce, para siempre ya, abrazado por su Shakti y abrazándola, intocado dentro del frenesí de la Amada, del fuego y la pasión. Así debe ser en principio también para el hombre semi-divino, donde existe la semilla-Siva, que ha sido oscurecido, "identificado" parcialmente por la pasión de la Shakti externalizada, de carne y hueso, perdido e incorporado en el amor físico, seducido, arrastrado, envuelto en el no-yo de la Creación. La Yoga-Tantra viene también en su ayuda. Ha sido preparada parcialmente unos seiscientos años después del comienzo de nuestra Era para su uso en el Kaliyuga, o Edad Oscura, cuando el cuerpo se hizo duro, espeso, y cuenta como el único instrumento de salvación, de liberación, que posibilita el retorno al estado sivaísta, hiperbóreo.


    -En una familia polar, el elemento sibílico, pítico se incorpora en la Yogini iniciadora del Sadhaka, en el amor mágico de la iniciación de la Tantra Kaula, la más secreta y que habrá de transmutar al Sadhaka en Siddha.


    -El Tantrismo es una doctrina que viene incluida en la revelación de los orígenes y únicamente se codifica en un sistema apto para la realidad del Kaliyuga, cuando el acontecer lo hace necesario.


    -Es necesario recordar lo que Gurdjieff decía del hipnotismo occidental: "Es sólo un balbuceo primario de una ciencia enormemente desarrollada en Mongolia, en el Tibet" y en la región rusa donde él, Stalin y Rasputín se habían criado. Y aún ese Hipnotismo era únicamente un retazo de algo más antiguo y desconocido.


    -Es el "Ultimo Batallón", que entrará en combate, en una vibración más alta de la energía, cuando se vea como inevitable la imposición universal de la sombra, de la esclavitud, de la desintegración del planeta. Para los cátaros, el demiurgo de la tierra involucionada se llamó Jehová. El sería, entonces, el "Príncipe de la Esclavitud", que aspira a eternizarse a través de sus acólitos, en un mundo de esclavos.


    -Cuando la Ciudad era visible y los divinos y semidivinos convivían con los mortales, el Vril, órgano que permitía comunicarse con el mundo suprasensible, ese poder fulgurante, estaba también activo en el cuerpo de los habitantes de esa tierra. Con él se podía ver la Ciudad y entrar en ella. El Vril desaparece junto con Agarthi. También se sumerge en la raíz del Eje Polar del Árbol de la Vida, de la Columna Vertebral. Pero volverá a la superficie, junto con la Ciudad y con el retomo de la Edad Dorada, tras la desaparición de la Tierra Oscura.


    -En la tierra de Apulia, en Andria, donde es difícil llegar, he ido a ver el Castillo cósmico de Federico II de Hohenstaufen, Castel del Monte. Este Mago-Emperador (1194 - 1250) fue la última esperanza de los cátaros sitiados en Montsegur. No pudo ir en su ayuda, porque él mismo alcanzaba ya su fin y el de sus grandiosos sueños, tan parecidos a los de Julián el Apóstata, de instaurar en la tierra visible el Imperator Mundi, la ciencia hiperbórea y solar, el Soberano conectado a los poderes divinos, invisibles, por oposición a los sacerdotes lunares de la "religión cardíaca" de Roma.


    -El destino de estas gigantescas empresas pareciera ser la pérdida de la batalla material para poder tener éxito en la tarea espiritual de mantener viva la ardiente semilla que hará posible un nuevo resurgimiento.


    -Al igual que las ruinas de Montségur, Castel del Monte es monumento maldito hoy; ambos son luciferinos. En verdad, son unas "puertas" de salida, de escape, de paso a los otros mundos, a la tierra interior, creadas completamente por la magia de una ciencia superior y antigua, la del Cordón Dorado, venida desde la Atlántida e Hiperbórea; tal vez, desde otros astros.


    -La Masonería, nacida en Escocia en 1717; utiliza algunos símbolos templarios y rosacruces, adulterándolos v mezclándolos de preferencia con el ritual y simbología judíos, que han pasado a predominar. La Masonería ha sido controlada por las fuerzas secretas que empujan en dirección del oscuro fin del mundo, de la crisis final del Kaliyuga.


    -Los Iluminados de Baviera están metidos en el centro de los acontecimientos. De ahí vendrá el término de "Iluminismo" y de "Siglo de las Luces". Las tácticas y la organización de esta Logia fueron seguidas exactamente por Marx y Lenin. Los Iluminados hablaban de dos generaciones, por lo menos, de una "dictadura feroz", antes de poder imponer el gobierno sin gobierno de la "igualdad", "fraternidad" y "libertad"; el "reino de la razón".

    También Napoleón es iniciado en la Fraternidad de los Iluminados de Baviera, además de otras Logias. Así se explica su ascensión meteórica.

    -Todo movimiento que aspire a restaurar un tipo de iniciación hiperbórea y un poder terrestre conectado con las Fuerzas del Cordón Dorado, deberá hallarse dramáticamente en conflicto con las corrientes y organizaciones que hoy manejan la tierra.


    -La bolchevización mundial, el último peldaño de la involución del Kaliyuga: el imperio mundial de los esclavos, el Reino de los hombres-hormigas. En un sistema como el
    bolchevique, donde todo se centraliza bajo la dirección del Estado, quien controla el Estado, lo controla todo. Las democracias ya no sirven como sistema de control planetario, en un mundo donde la explosión demográfica y la revolución tecnológica materialista son las coordenadas fundamentales.

    -El contacto con los dirigentes secretos, que lo deciden todo y que no se dejan ver en la superficie del poder político de ese tenebroso mundo, es con el Superior Invisible, llamado "Príncipe de la Esclavitud".


    -Para que esa energía espiritual pueda irrumpir en el mundo donde reina la entropía, venciendo la decadencia y la muerte, requiérese de mentes y personalidades semidivinas que la reciban y la proyecten aquí con desprendimiento. Es un trabajo de dioses, o semidioses, que no podremos saber si se ha llevado a cabo alguna vez. Los Guías no actúan directamente, teniendo que depender para su acción de los de "aquí", quienes, a menudo, son arrastrados por sus pasiones, o por meras "creaciones mentales", fantasmas de la mente y del yo. Y fallan. Por otra parte, las fuerzas contrarias poseen el dominio casi total de las palancas de la Historia.

    El Dios de los Perdedores ha tenido siempre la extraordinaria posibilidad de transformarse en Dios de los Vencedores. En este Eon aún no lo ha conseguido. Sin embargo, un día lo logrará.

    -El Cuarto Estado, tras los fracasos de restauración de la Edad Dorada, será el del dominio de lo colectivo, de los esclavos de la máquina, del hierro, de los hombres de hierro, de los autómatas, de la burocracia planetaria, de los "robots", de la destrucción del alma viva de la tierra. Todo Rey o Mesías mundial que se produzca en esta época, por medio de la contra-iniciación, no será más que un Golem, una falsificación, desconectado de los verdaderos Guías de Hiperbórea y de la realeza divina.


    -Sólo por el Espíritu y el Poder de la Magia, vencedores de la entropía, podrá superarse el Kaliyuga, remontando la involución. Sólo por el hombre inmortalizado.


    -Se acaba el Tercer Estado, el de la burguesía, se entra de lleno en la catástrofe, en la pendiente final del Kaliyuga. Las potencias que dirigen el drama son las de la inercia, del caos y la nada. Es decir, Satán. Se deberá recordar que para los gnósticos y los cátaros Jehová era Satán, el Demiurgo del Kaliyuga, creador de la Tierra Inferior. El contacto con las Jerarquías Divinas hiperbóreas se hace cada vez más tenue. Tal vez se trata ya de salvar únicamente a los elegidos,
    merecedores de pasar a la Nueva Tierra.

    -En toda la historia de la Creación no hay más que una Guerra, una Gran Guerra, que aún no termina.


    -El lector intuitivo podrá captar lo que se oculta. Sabido es, también, que todo libro o documento verdadero ha sido hecho desaparecer a su debido tiempo en la historia conocida de los hombres. Es la gran conspiración.

    Categoría: Hitlerismo Esotérico | Ha añadido: lord_fury (2011-Jul-20)
    Visiones: 996 | Comentarios: 1 | Ranking: 5.0/2
    Total de comentarios: 1
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    1 berseko   (2011-Sep-27 9:17 AM) [Material]
    ES CIERTO, PARA UN GUERRERO DE LA LUZ, LA MUERTE ES UN BREVE, OH! TAN BREVE., PAUSA,
    YO CREO QUE NI SIQUIERA DESCANSO, PUES EL OLVIDO LLEGARÍA Y SERIA FATAL.
    SOLO EL COMBATE NOS TRANSFORMARA.
    SALVE! ELEGIDOS.

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    Escudo

    Tiene el toque de antigüedad y nobleza que hacen de este escudo algo muy original. La corona representa la realeza, el cuervo a Enki y en heráldica esta ave representa a un guardián, un protector y encima este cuervo sostiene una espada con la que va a proteger a los suyos. Los dos leones de Isis, en heráldica representan valor y esfuerzo de los caballeros que han ejecutado alguna atrevida empresa, valiéndose más de la astucia que de la fuerza. En este caso son dos leones rampantes y tenantes que sostienen el escudo cuartelado con los sigils de la Corona, o los símbolos de los seres de mayor jerarquía que poseemos, los Dioses. Al centro figura el símbolo del orígen de la sabiduría hiperbórea. El lambrequín está tirado para atrás y tiene una coloración distinta y polarizada (rojo y azul) y rematamos a esta obra con nuestro grito de guerra que dice: "La decisión de ser un dios es tuya".

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    El Águila bicéfala representa el dominio de dos lugares, se remonta su uso a las culturas humanas mas antiguas, Sumeria representó con este símbolo el dominio de oriente y occidente. Luego, este símbolo fue tomado por las culturas que le sucedieron y se estandarizó su uso. Ahora nosotros los herederos de la corona, usamos este símbolo para representar nuestra presencia tanto en este plano como en el otro.