La Visión Pagana sobre las Drogas ‖ TDLD

Para tratar de entender aun mejor las apreciaciones que hace Don Miguel Serrano en su Obra sobre el Judeocristianismo, viendo esta nueva información sacaremos la conclusión de que son justas y que su Visión es la de Hiperbórea. Este artículo estaba más largo pero por bajón eléctrico perdí buena parte de lo escrito y ahora mi tiempo es escaso; trato de rehacerlo y publicarlo hoy.

La intención fundamental es mostrar que el camino del ario es diferente al del semita y que no podemos caer en la visión facilista que ellos impulsan y caer en la tentación de acceder a lo espiritual usando alucinógenos, así sean naturales, sin tener una preparación física, mental y espiritual adecuada.

Claude Nancy en su obra sobre las razas humanas, al hablar sobre los orígenes de las religiones semitas, citando el libro de John M. Allegro "El champiñón sagrado y la cruz”, donde se estudia el origen y la raíz de las palabras comunes en sumerio y en otras lenguas del antiguo oriente próximo, llegando a la conclusión de que hay que examinar, bajo una mirada nueva, numerosos textos y personajes del antiguo y el nuevo testamento. Muchos relatos de la biblia, mantenidos hasta ahora como históricos, se revelan ante el análisis como otros tantos mitos inspirados por el culto a un hongo sagrado (amanita muscaria); y este culto se practicaba en todo el antiguo oriente.

"Mientras para los arios el sol es el origen y creador de todas las cosas”, para el semita en medio de la semi-desertización que comenzaba a extenderse en toda Arabia al inicio de las migraciones semíticas, el factor de crecimiento y de multiplicación será como el agua de las fuentes y el rocío de la En el idioma caldeo-sumerio Zeus y Yave vienen de las palabras Za y Ya, que signican savia, semen de vida y de U o Vu que signican copular, es decir, que Zeus y Yave que se convirtieron únicamente en nombres de dioses en nuestras lenguas, signicaban en sumerio: "El semen de vida que copula”.

La manera de los antiguos de ponerse en contacto con los dioses se hacía por medio del "chamanismo”. Pero no es chaman el que quiere; hay que tener dones para poder entrar en trance, es decir en comunicación con los dioses. Sólo los hombres con sistema nervioso hipersensible pueden entrar en trance, luego de las excitaciones provocadas por la danza, el miedo, la música cadenciosa,

etc.

Como el empleo de chaman era remunerador en bienes materiales y en poder, éste comenzó a interesar a todos los holgazanes. Como éstos no poseían ningún don para entrar en trance, debieron utilizar algunos subterfugios. Unos utilizaron el alcohol, otros el tabaco y finalmente otros descubrieron los efectos alucinógenos de algunas plantas. Los sacerdotes caldeos descubrieron este hongo poderoso; pero para evitar su efecto mortal, su preparación debía ser muy meticulosa y eran necesarias siete manipulaciones sucesivas. De ahí sin duda la importancia que adquirió esta cifra entre los antiguos y la importancia cada vez mayor que adquirió el agua para todos los pueblos semitas. En efecto el agua y el rocío matutino eran asimilados al esperma de la divinidad ya que en una noche dicho rocío había engendrado el hongo sagrado. Al absorber pues este vegetal, nacido del semen del dios, uno debía ponerse en contacto con él y traducir sus pensamientos a través de las alucinaciones producidas.

Y este hongo nacido del esperma de la divinidad, y comparable con lo demás con un pene celeste (el pie), penetrando una vulva (el sombrerete del hongo), se transformó en la fuente de todo el conocimiento, es decir, "del verbo”. Así, para todos los semitas la "verdad”, o sea, el "conocimiento” es pasivo, alucinógeno, alucinatorio y dogmático, mientras que para los arios este será siempre activo, voluntario, imaginativo, creativo y técnico. Además, con el fin de estimular la divinidad para que emitiera su fecundante esperma, había que excitarlo con los cantos, danzas y las manifestaciones orgíascas en la que los mortales copulaban de forma desenfrenada. De allí finalmente la noción de que dios es el esposo de la tierra o de Israel, o incluso de la Iglesia. De allí también la noción de pecado. Este hongo poseía un pie y un domo que simulaban la penetración de un pene dentro de una vagina abierta, de tal suerte que podía ser representado esquemáticamente por el dibujo de una cruz con ramas desiguales, o sea, por la cruz de los suplicios, se llamaba por demás al hongo, "la pequeña cruz” y la crucixión que representa su desmembramiento, dará nacimiento al mito cristiano. Todo esto nos explica también porque todos los semitas y los judíos en particular se convertirán en verdaderos obsesivos sexuales, con una sexualidad viciosa y enfermiza, a pesar y sobre todo debido a sus tabúes sexuales de origen religioso. La mujer no representa más que el instrumento que provee la erección del dios. Esta sexualidad semita ya no tiene nada que ver con la sana sexualidad de los arios, para quienes hacer el amor corresponde a un don de dos humanos entre ellos, comulgando ambos en un placer natural y sano.

El culto del hongo se hizo rápidamente cada vez de más adeptos y se volvió cada vez más complejo, al punto de convertirse en una verdadera religión que poseía sus misterios y la absorción en común de la droga obtenida de éste. Ella desencadenaba saturnales frenéticas en las que participaban los iniciados poseídos por el dios. En todas partes se desencadenaron numerosos desórdenes públicos y los adeptos terminaron por chocar con las autoridades civiles. Para evitar las persecuciones, los defensores del culto transmitieron sus fórmulas secretas por medio de la interpretación y la adaptación de mitologías antiguas. Es a este misterioso método y a este lenguaje secreto al que debemos los relatos consagrados al "Jesús” del antiguo testamento. Los redactores del nuevo testamento se sirvieron, también, de los viejos nombres sagrados del hongo para realizar sus juegos de palabras.

Del libro la Entrega de la Patagonia Mágica de Miguel Serrano, el proceso de conspiración con la utilización de las drogas quienes han sido sus agentes:

"Es que no en vano cinco décadas de un hábil trabajo mundial y nacional ha transformado a las juventudes del planeta en una masa de cretinos sin patria y sin ley, drogadictos, homosexuales, bisexuales, apátridas, bandidos, salteadores y asesinos. El trabajo conspiracional ha sido muy intenso y con proyección a largo plazo. Comienza ya en la década de los cincuenta, y aun antes, al término de la Segunda Guerra Mundial. El centro de la conspiración se fija en Inglaterra, bajo la dirección de departamentos especiales de los servicios de inteligencia y con la colaboración de intelectuales como el historiador Arnold Toynbee, el escritor Aldous Huxley y el ensayista Alían Watts, trasladándose a los EE.UU. los dos últimos, para establecer en San Francisco un centro mundial de la Gran Conspiración, destinado a destruir más de una generación de jóvenes, con la promoción de la droga. Muy pronto obtendrán la colaboración de Arthur Koestler, un marxista desilusionado, de Timothy Leary y John Lilly, estudioso éste del lenguaje de los delfines, pero en verdad un manipulador del cerebro, al servicio de la Inteligencia Civil y del Ejército norteamericano. Lilly estuvo en Chile durante el Gobierno de Allende, conectado con el grupo de Naranjo y de Ichazo, en Arica, cuando este país comienza a transformarse en un centro de contrabando y difusión de la droga. Al mismo tiempo, y también desde Inglaterra, se ha difundido la música de los Beatles, con el espaldarazo y "permiso de corso" dado por la Reina Isabel, quien los condecora.

Orientalismo. Toda clase de sectas y organizaciones, como la Nueva Acrópolis, los Nuevos Templarios, el Opus Dei, las "terapias de grupo" y, últimamente, hasta el mismo Dalai Lama, pasando por Castaneda, hasta llegar a la "New Age". Son agentes del "Mundialismo". Y todo destinado a romper con cualquier sentimiento de diferencias nacionales, imponiendo un sentimiento difuso de humanismo internacionalista, de ensoñación "globalista", en la juventud, en la tan manoseada "Era de Acuario”

Ahora ampliemos un poco más esto de la música rock y su relación con las drogas, proceso llevado a cabo desde los bancos de cerebros y las agencias de inteligencia, para aconductar a nuestra juventud, y llevarnos al gobierno mundial; del Libro de Justino

Miguel : Illuminati, Masonería y sionismo que tuve el honor de prologar:

"La armonía y la melodía fueron quebrantadas y reemplazadas por estrambóticos ruidos cuidadosamente estudiados y preparados para despertar los bajos instintos. En su afán de destruir familia, patria e iglesia, nos volvemos a encontrar a los inefables Illuminati financiando y promoviendo la Revolución del Rock.

Esos ruidos, que estimulan, recalientan y excitan, van impulsando cada vez más a la liberación de la bestia que hay encerrada en el hombre, haciéndole perder el control al herir los órganos sensoriales con baterías, címbalos, trompetas, gritos estridentes y sintetizadores electrónicos que llevan al delirio. Ya el campo estaba abonado con una anti-moda de valores tambaleantes y droga para la entrada en escena de los Beatles, de los Rolling Stones y del grupo The Who, con el acid rock: Los Beatles con ”Yellow Submarine” (alucinación psicodélica) LSD; Los Rolling Stones con "Brown Sugar” (cocaína), con "Sister Morphine”, con "Cousin Cocain” y luego con "Silver Lady” (jeringa hipodérmica). Después hacen su aparición Black Sabbath, Led Zeppelin y Styx, todos dirigidos a adorar a su majestad Satanás.

Como se pretendía, se borraron las prohibiciones sexuales, la represión de los instintos y el barniz social que le impedía a la juventud expresar libre y ferozmente su sexualidad.

Luego llegó el desencadenamiento frenético de las percusiones con el hard rock y susrepresentantes Jerry Lee Lewis, Stevie Niks y Alice Cooper. Inspirado en las tribus de África y en el wudú, que lleva supuestamente al goce sexual completo, paralizando el proceso de conciencia y desembocando en violencia sádica. Elthon John declaró, que nunca había compuesto o cantado una sola canción que no estuviese escrita en el lenguaje de la brujería.

Para no alargarnos en la programada degeneración de la adolescencia a través de esta música moderna, no perdamos de vista que está invadida de mensajes subliminales que invitan a conductas torcidas, como a crímenes, al suicidio, a depravaciones sexuales, al lesbianismo, al homosexualismo, a la droga y a otros actos antisociales.

La perturbación de los sentidos a través del rock, de agresiones luminotécnicas y de alucinógenos; acompañados por una insufrible y continúa repetición audiovisual de los mismos ritmos y con escenas violentas y lujuriosas, arrastra a las masas de adolescentes a los espectáculos multitudinarios que se viven programando de continuo a través de todo el planeta.

¡Cómo han animalizado a la juventud y la han puesto a adorar unos ídolos fabricados con drogas y mentiras!

El hombre que preparó la revolución musical conocida como Beatlemanía, fue Theodor Adorno y se valió para ello del sistema de música atonal creado a finales de la década de 1910 por el compositor de Austria, Arnold Schönberg, quien trabajaba como agente secreto para la Inteligencia Británica.

La música atonal consiste en una escala de doce tonos como alternativa a la armonía tonal. Este sistema destaca algunas notas y no trata por igual los doce semitonos de la escala cromática produciendo en el subconsciente una ruptura gradual de los vínculos culturales. Esta escala atonal de doce semitonos lleva sonidos graves repetidos.

Adorno fue uno de los principales filósofos de la Escuela de Investigación Social de Frankfurt fundada por la Sociedad Fabiana de Inglaterra y fue enviado a Estados Unidos en 1939 para dirigir el proyecto de investigación de la Radio de Princeton, trabajando conjuntamente con el Instituto Tavistock.

Este proyecto de investigación sobre el control de masas y la conducta de grandes conglomerados en un entorno de ansiedad informativa estaba financiado por la omnipresente Fundación Rockefeller. El objetivo era Programar una cultura musical de masas como una forma de control social masivo mediante la progresiva degradación de sus consumidores. Como lo expresó el mismo Adorno. El Tavistock lo llamó: Atontamiento Obligatorio y estado de lavado de cerebro. Esta "música” como el punk rock y la música ska crean una adicción psicológica similar al alcoholismo.

Los Beatles fueron sacados de la escoria para ser rediseñados y programados por el Instituto Tavistock. Este legendario grupo de Liverpool le debe haber sido objeto de "semejante distinción”, al Nuevo Orden Mundial, particularmente, al CFR y al Club Bilderberg.

La invasión de los Beatles a EE.UU para pervertir la juventud americana, se conoció como la "Conspiración Acuario”. Bajo la dirección del músico George Martín, del pedófilo Brian Epstein, quien fungía como su manejador y las melodías y letras concebidas por Adorno, empezaron su carrera en "La Tierra Prometida”. El resto corrió por cuenta de la maquinaria de propaganda que desencadenó el Club Bilderberg a través de los medios bajo su control y fueron rodeados de celebridades y por el "Culto a la fama”. Hasta la Reina de Inglaterra hizo "nobles” de esa plebe.

El ataque a la juventud que acompañó esta nueva expresión "musical” fue secundado primero por marihuana y luego por el ácido lisérgico (LSD), una droga fuerte que exalta y cambia el estado de conciencia. Un lenguaje nuevo, peinados y ropas estrafalarias acompañaron al "nuevo tipo” que creó Tavistock.

Los jóvenes ni se percataron de la manipulación y sus padres miraban atónitos sin entender lo que sucedía. Mientras tanto, Timothy Leary, profesor de Harvard, imponía su directriz de Turn on, tune in, drop out (conectarse, sintonizar y evadirse). Los Beatles hacían su agosto difundiendo sus mensajes pegajosos, como "Help”, que es una alusión al pánico y una oración al LSD.

"Hey Jude” le canta a la metadrina y "Strowberry Fields Forever” cuenta cómo el opio se cultiva en campos de fresas para que el cultivo no se descubra. "Imagine” de John Lennon, defiende el individualismo ("imagina a todo el mundo viviendo el día a día”); ataca el nacionalismo ("imagina que no hubiera países”); pide la abolición de la propiedad privada ("imagina que no hubiera posesiones”) y predicaba un gobierno único mundial ("dirás que soy un soñador, pero no soy el único, espero que algún día te unas a nosotros y el mundo sea uno solo”). Su álbum de 1967 fue el pregonero de la revolución de las drogas, Sgt. Peper´s Lonely Hearts Club Band. El proyecto secreto de las drogas fue promovido y financiado por el Club Bilderberg a través del Comité de los 300 y por uno de sus bancos, el S. C. Warburg.

El gran "gurú” del opio en Inglaterra fue Aldous Huxley, nieto de Thomas H. Huxley, fundador de la Mesa Redonda de Rodas. Aldous fue un cercano colaborador de Arnold Toynbee, que estuvo en el Consejo de la RIIA, relacionada con el CFR de EEUU.

A Huxley y al pederasta Christopher Isherwood se les unieron Thomas Mann y su hija Elizabeth y estos reclutaron a un grupo de iniciados: la ya citada ocultista rusa Blavatsky y Aleister Crowley, el también mencionado en páginas anteriores satanista a quien los Beatles homenajearon en su álbum de 1967.

Huxley habló de "la revolución final” y "un estado policial” que establecería una "dictadura sin lágrimas” en la que la gente "ama sus cadenas”. Al pueblo se le arrebatarán sus libertades y los intentos de rebelión serán aplacados con drogas, propaganda y lavado de cerebros.

Describió lo que probablemente aguardaba en el futuro: "Una sociedad completamente organizada[…], la abolición del libre albedrío mediante el condicionamiento metódico, la esclavitud devenida aceptable mediante dosis regulares de felicidad químicamente inducida…”. Predijo que las democracias cambiarían su esencia: las viejas y extrañas tradiciones –elecciones, parlamentos, tribunales supremos– permanecerán, pero el substrato que habrá debajo será el del totalitarismo no violento. La democracia y la libertad serán el tema de todos los programas y de todas las editoriales, pero serán al estilo del Club Pickwick, es decir, en un sentido formal y vacío de contenido. Mientras tanto, la oligarquía dirigente y su bien entrenada élite de soldados, policías, fabricantes de pensamiento y manipuladores de mentes dirigirán tranquilamente el mundo como les plazca. En efecto, esta descripción de Huxley se ajusta perfectamente a la situación actual.

Un perverso fanático del Instituto Tavistock, John Rees auspició un experimento en la Universidad Mc Gill de Montreal, vinculada al Club Bilderberg, mediante el cual, tomaban niños de orfanatos locales, torturaban y luego les aplicaban dosis diferentes de LSD. Rees propuso la inducción de formas controladas de neurosis y psicosis como instrumento de control social.

Se sabe que la CIA a través, entre otros, de Allen Dulles su director en los años sesenta, compró más de cien millones de dosis de LSD que distribuyeron en las calles de EEUU. Esto se conoció por documentos desclasificados por orden de la ley de libertad de información y por el periodista Minnicino.

Para alertarnos acerca de estos planes de control, del "gobierno mundial”, que tanto niega la masonería sionista y el famoso banco de cerebros creador del internet:

A partir de 1962, la Corporación Rand de investigación para la Defensa Nacional, un think-tank del CFR financiado con dinero federal y patrocinado por la Ocina del Secretario de Defensa y dirigido por Michael D. Rich, miembro del CFR de Santa Mónica, California, empezó también en secreto un estudio programado durante cuatro años sobre la psicosis experimental como herramienta de evaluación psiquiátrica usando LSD, peyote y marihuana. Condujo el estudio el psiquiatra W. H. McGlothlin, quien había dirigido un estudio preparatorio Sobre los efectos perdurables del LSD sobre ciertas actitudes de los normales: Una propuesta experimental. La Corporación Rand, establecida en 1949, se creó como resultado de la Investigación sobre Bombardeo Estratégico realizada en tiempos de guerra, un estudio cuyo centro es un "análisis de costes” de los efectos psicológicos de la destrucción sin sentido de ciudades alemanas a través de bombardeos. El objetivo principal del estudio era determinar cómo podía maximizarse el daño psicológico y minimizar los costes.